¿Adiós al aire acondicionado?: 4 trucos para evitar los resfríos de verano y otras enfermedades

Aire acondicionado

Con la llegada del verano aumentan las temperaturas y el calor es cada vez más intenso, y cuando el ventilador deja de ser suficiente, prender el aire acondicionado es la mejor alternativa. Sin embargo, abusar de su uso puede traer graves consecuencias para la salud humana.

Usar el aire de forma responsable es clave para evitar los resfriados de verano, cuyos primeros síntomas son: irritación nasal, estornudos, mocos, tos seca y dolor de garganta, además de un malestar general.

Muchas veces cuando se enciende este electrodoméstico, se cierra el ambiente para conservar el frío, lo que provoca una concentración de microbios en el lugar por la falta de circulación del aire y potencia las probabilidades de enfermarse.

Irritación nasal por resfrió. Foto: Unsplash 

El aire acondicionado también es responsable del 20% de los cuadros de laringitis, faringitis y procesos bronquíticos que se producen en verano por un mal uso de este aparato fundamental para afrontar el verano.

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Tips clave para un uso responsable

Para prevenir enfermarse durante las vacaciones de verano y sobrevivir al calor, estos trucos son fundamentales:

• Regular su uso: aunque es un gran aliado para afrontar las altas temperaturas, no es recomendable tenerlo encendido todo el tiempo, ya que el pasaje de un ambiente frío a uno cálido deja al organismo a la defensiva y puede provocar la irritación de la mucosa nasal.
  
  
• Limpiar los filtros: además de mejorar la calidad del aire, un filtro limpio ayuda a prevenir la propagación de gérmenes y bacterias.

Aire acondicionado. Foto: Telam. 

• Controlar la temperatura: para que el aparato tenga un mejor funcionamiento se recomienda nivelarlo siempre entre los 22 y 24 grados, para que haya equilibrio en la temperatura y no haga mucho frío, pero tampoco mucho calor.
  
  
• Tomar mucha agua: el uso del aire tiende a reducir la humedad en el ambiente, deshidratar las vías respiratorias y debilitar el sistema inmunológico, por lo que es esencial mantener hidratado.