Los científicos descubrieron que el sexo del feto puede afectar al funcionamiento de la placenta, junto con factores como la obesidad materna inducida por la dieta y el estrés, tras estudiar los embarazos en ratones de laboratorio, publicó la revista “Biology of Reproduction”.
Por Canal26
Viernes 6 de Mayo de 2022 - 13:42
Embarazo. Foto: Reuters.
Científicos británicos investigan si los embarazos de bebés varones son más propensos a sufrir complicaciones que podrían estar relacionadas al crecimiento más rápido en el vientre materno, y a la demanda de más nutrientes y oxígeno que los suministrados por la madre a través de la placenta, según un estudio de la Universidad de Cambridge del Reino Unido, reportado.
Los científicos descubrieron que el sexo del feto puede afectar al funcionamiento de la placenta, junto con factores como la obesidad materna inducida por la dieta y el estrés, tras estudiar los embarazos en ratones de laboratorio, publicó la revista “Biology of Reproduction”.
Esta nueva investigación sugiere que diseñar planes de tratamiento individualizados y animar a las mujeres embarazadas a realizar cambios en su estilo de vida en función del sexo de sus bebés por nacer podría tener beneficios para la salud de sus hijos a lo largo de toda su vida.
Alrededor de una de cada diez mujeres sufre trastornos en el embarazo, como la restricción del crecimiento fetal y la preeclampsia -una enfermedad de hipertensión arterial que pone en peligro la vida de la madre y el niño-, que pueden ser difíciles de predecir y tratar, informó la agencia Europa Press.
"A menudo los padres no quieren saber el sexo del bebé porque quieren que sea una sorpresa, pero conocer el sexo ayudaría a identificar si un embarazo puede tener más riesgo que otro, porque sabemos que algunas condiciones del embarazo, como la restricción del crecimiento fetal, pueden ser más frecuentes en las mujeres que llevan bebés varones que bebas", advirtió la doctora Amanda Sferruzzi-Perri, miembro del St John's College, a cargo la investigación con su equipo del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia de la Universidad de Cambridge.
Bebés. Foto: Reuters.
Añadió que "no sabemos al cien por cien a qué se debe, pero podría estar relacionado con el hecho de que los bebés varones crecen más rápido dentro del útero. Así que puede ser que sus demandas de nutrientes y oxígeno suministrados por la madre a través de la placenta se limiten fácilmente”.
Por otra parte, en la revista “Acta Physiologica” aparece un segundo estudio realizado en colaboración con otros investigadores de instituciones de todo el mundo, que demuestra cómo la obesidad materna inducida por la dieta modifica las estructuras de la placenta y afecta al crecimiento del bebé, incluso provocando alteraciones en función del sexo de los fetos.
El crecimiento del feto depende de la función de la placenta, que requiere energía de las mitocondrias, compartimentos especiales de las células que ayudan a convertir la energía tomada de los alimentos en energía que las células pueden utilizar como combustible.
Los investigadores descubrieron que, en un embarazo normal de ratón, la placenta responde de forma diferente según se trate de un feto femenino o masculino, y funciona mejor con los fetos femeninos más ligeros que con los masculinos más pesados.
"La placenta tiene una habilidad asombrosa para cambiar su forma y su funcionamiento”, explicó Sferruzzi-Perri, y afirmó que “esto puede verse en múltiples niveles, desde la forma en que se forman las células en la placenta, sus genes y proteínas, hasta sus mitocondrias”.
Precisó que “todo esto puede cambiar en respuesta a diferentes tipos de señales, pero lo que creo que es probablemente el aspecto más novedoso es la forma en que la placenta se adapta parece depender de si el bebé es niño o niña".
Los estudios demuestran la importancia de diseñar terapias específicas por sexo para la insuficiencia placentaria y las anomalías del crecimiento fetal, así como intervenciones o terapias personalizadas sobre el estilo de vida de las embarazadas obesas.
"Estas terapias aumentarían el funcionamiento de la placenta, cómo se desarrolla, incluso cómo, a nivel de sus mitocondrias, produce energía para apoyar el crecimiento del feto”, explicó Sferruzzi-Perri.
Los científicos saben que el riesgo masculino y femenino de padecer enfermedades como la diabetes de tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares dependen del sexo: los hombres tienden a tener una mayor incidencia de ambas.
Investigación científica. Foto: Reuters.
Por su parte, la directora del Laboratorio de Biología de la Reproducción de la Universidad de Buenos Aires y el Conicet, Alicia Damiano señaló que la gestación de un bebe masculino puede tener mayor implicancia en el desarrollo de preeclampsia.
La especialista indicó que "el bebé de sexo masculino crece más rápidamente y eso puede producir una insuficiencia placentaria. La placenta no alcanza a darle los suficientes nutrientes al bebé”.
La investigadora agregó que “este hecho puede estar relacionado con la cantidad de hormonas masculinas que se diferencian de las femeninas”.
La científica consideró que “conocer el sexo del bebé puede ser ventajoso para saber el crecimiento, el desarrollo de preeclampsia con bebé masculino y la prevención de enfermedades”.
La especialista resaltó que “falta bastante para poder llevar los resultados del estudio realizado en ratones a la población humana”.
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