Los drones se adueñan de las construcciones y ayudan a mejorar su seguridad

Los drones ya son una herramientas indispensables para la construcción y los bienes raíces. Las ventajas por su costo relativamente bajo y facilidad de manejo han vuelto al trabajo más sencillo para arquitectos, paisajistas, topógrafos, constructores e ingenieros estructurales.

Un ejemplo es lo hecho sobre un viñedo en el Perano, en la región del Chianti, al sur de Florencia, Frescobaldi donde un dron puede ver el avance de un jardín de 2.300 metros cuadrados que se construye en el techo de una de sus bodegas. El jardín será un lugar para degustar vinos, una estrategia de marketing crucial para el negocio del viticultor, Marchesi Frescobaldi.

Un arquitecto paisajista, Richard Shelbourne, que diseñó el jardín, explicó que las imágenes de los drones ayudaron a refinar el proyecto: “El diseño del jardín, que comenzó en mi cabeza y luego se calculó y se plasmó en papel, ahora podía ser visto a escala real desde el aire, y todas las líneas y curvas estaban en el lugar correcto”.

El dron logró que los hombres vean el trabajo de excavadoras y carretillas motorizadas, así como la construcción de pérgolas, fuentes y veredas. Tras ver las imágenes del dron, decidieron modificar una entrada al jardín.

Los drones permiten ahorrar dinero y tiempo en las construcciones, ya que proporcionan imágenes y mapas digitales que se pueden compartir en minutos, dijo Mike Winn, director de DroneDeploy, una compañía de San Francisco que crea software para operar drones con apps móviles.

Antes de los drones, dicen expertos, que medir el techo de una casa para paneles solares requería que “un tipo con una cinta métrica subiera hasta ahí”, lo que frecuentemente arrojaba resultados imprecisos y, como todo lo que involucra alturas, era peligroso.

“Definitivamente estamos limitando la exposición de los trabajadores”, dijo Murphy, quien una tarde reciente estaba supervisando vía dron una inspección de instalación de ventanas. La cámara del dron estaba buscando posibles fugas, intrusión de agua y “otras cosas que no se pueden ver desde el interior del edificio”.

La utilidad de los drones suele comenzar mucho antes de que se vacíen los cimientos. Ayudan a los planificadores a decidir dónde colocar edificios nuevos. Y en el Hotel Foundry, de 87 habitaciones, en el centro de Asheville, Carolina del Norte, el desarrollador envió un dron a la altura y ubicación precisas de un balcón propuesto en el cuarto piso para que le ayudara a decidir cómo aprovechar mejor la vista.