Limpiar el horno eléctrico en simples pasos: el secreto para dejarlo como nuevo

Horno eléctrico; limpieza. Foto: Freepik

El horno eléctrico es un gran aliado en la cocina, ya que permite preparar todo tipo de comidas de manera rápida y sencilla. Sin embargo, al igual que cualquier otro electrodoméstico, requiere de ciertos cuidados para garantizar su buen funcionamiento y prolongar su vida útil. Entre las tareas de mantenimiento, la limpieza regular es la más importante, ya que la acumulación de grasa y residuos puede afectar su rendimiento y seguridad.

Antes de comenzar con la limpieza de cualquier electrodoméstico, el primer paso es asegurarse de que esté completamente desenchufado. Esto no solo evita accidentes eléctricos, sino que también permite trabajar de manera más segura.

Es primordial realizar una limpieza regular del horno eléctrico para garantizar su buen funcionamiento. Foto: Freepik

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Guía completa para limpiar el horno eléctrico

Lo ideal es comenzar la limpieza cuando el horno esté ligeramente tibio, ya que esto facilita que la suciedad acumulada se desprenda con mayor facilidad. Sin embargo, es importante tener cuidado para no quemarse durante el proceso.

El primer paso es retirar las bandejas y rejillas del horno. Estas piezas deben sumergirse en una mezcla de agua tibia y detergente durante al menos 30 minutos. Este tiempo permitirá que los residuos de comida se ablanden, facilitando su eliminación. Pasado ese tiempo, se puede usar una esponja suave para limpiar cualquier resto de suciedad adherida.

A continuación, se debe aplicar un producto específico para la limpieza de hornos sobre los laterales y la base del interior del aparato. Es importante evitar que el producto entre en contacto con el ventilador para no dañarlo. Una vez aplicado el producto, se deben retirar los restos con papel de cocina, lo que ayudará a absorber la grasa en lugar de esparcirla.

El primer paso es retirar las bandejas y rejillas del horno. Foto: Freepik

Finalmente, se le debe dar un repaso al interior del horno con un trapo limpio y suave, humedecido en agua tibia. Esto eliminará cualquier residuo de producto de limpieza y dejará el horno listo para ser utilizado nuevamente.

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Algunos trucos caseros para limpiar el horno eléctrico

Bicarbonato

Para una limpieza natural y efectiva del horno, el bicarbonato de sodio es una excelente opción. Comenzá mezclando en un recipiente 3 partes de bicarbonato con 1 parte de agua hasta formar una pasta. Luego, esparcí esta mezcla en el interior del horno y dejala actuar durante unas dos horas para que haga efecto. Pasado ese tiempo, con un cepillo de cerdas suaves humedecido, remové la pasta con cuidado.

Si querés potenciar la limpieza, podés rociar las paredes del horno con un poco de vinagre. Al entrar en contacto con los restos de bicarbonato, se formará espuma que elimina de mejor manera la suciedad. 

El horno eléctrico se puede limpiar con bicarbonato. Foto: Freepik

Finalmente, enjuagá bien el horno primero con una esponja humedecida en agua y luego secá con un trapo limpio, para eliminar cualquier residuo de bicarbonato o vinagre.

Limón y sal

Otra alternativa natural para limpiar el horno es utilizar una mezcla de limón y sal. Comenzá mezclando ambos ingredientes hasta formar una pasta espesa. Con mucho cuidado, aplicala en el interior del horno cuando esté ligeramente tibio, lo que ayudará a que la suciedad se afloje más fácilmente. Dejá que la mezcla actúe durante unos 20 minutos.

Luego de ese tiempo, utilizá papel de cocina para retirar los restos de grasa y suciedad. Este truco permite utilizar el poder desengrasante del limón y el efecto abrasivo de la sal para dejar el horno como nuevo.

El limón tiene poder desengrasante, lo que lo convierte en un aliado ideal para limpiar el horno. Foto: Freepik

Levadura en polvo

Una forma sencilla de eliminar las manchas más rebeldes del horno eléctrico es utilizando levadura y agua tibia. Aplicá esta mezcla sobre las manchas más difíciles y dejala actuar durante unos 30 minutos.

Una vez transcurrido ese tiempo, retirala con papel de cocina para llevarte la suciedad junto con la pasta. Finalmente, repasá la zona con un trapo suave y húmedo para asegurarte de que quede completamente limpia. ¡Y listo!