Mosquitos rojos contra el dengue: ¿por qué no hay que matarlos?

En medio de la prueba realizada en Mendoza con 10.000 ejemplares modificados genéticamente, se sugiere no matarlos por dos razones principales.

Por Canal26

Martes 22 de Octubre de 2024 - 09:30

Mosquitos rojos de Mendoza. Foto: archivo. Mosquitos rojos de Mendoza. Foto: archivo.

La llegada de las altas temperaturas y el aumento en la humedad hacen que se eleven las alertas y las precauciones sobre el dengue. En los últimos días, se volvió noticia la prueba que realizan en la localidad de Guaymallén en Mendoza, ya que se liberaron mosquitos rojos que tienen una modificación genética que busca frenar la expansión del transmisor de la enfermedad.

El Aedes aegypti, el mosquito que contagia de dengue, aparece con más fuerza desde octubre y, ante el riesgo de una nueva oleada de casos, se optó por liberar a estos ejemplares distintos. Un punto clave es que las autoridades piden que no se los mate, ya que hay una explicación para cuidarlos.

Aedes aegypti, transmite el dengue y la fiebre chikungunya. Foto: NA. Aedes aegypti, transmite el dengue y la fiebre chikungunya. Foto: NA.

Dengue. Foto: Reuters.

Te puede interesar:

La lucha contra el dengue: la UBA entregará repelente gratuito de producción propia

Mosquitos rojos contra el dengue: ¿por qué no hay que matarlos?

Un punto clave es que no se trata de un mosquito común. Por esto mismo, estos ejemplares no son una amenaza, ya que no transmiten enfermedades. Por esto mismo, más allá de su función para prevenir la expansión del dengue, se solicita que no se los elimine.

La especie de estos mosquitos no es natural, ya que se trata de una intervención biotecnológica que fue creada para frenar el ciclo reproductivo de aquellos transmisores del dengue, enfermedad que causó preocupación meses atrás por una importante suba de casos.

Hembra adulta de un Aedes aegypti, el mosquito transmisor de la fiebre amarilla. Foto: EFE. Hembra adulta de un Aedes aegypti. Foto: EFE.

Estos ejemplares recibieron una modificación genética que produce que, al copular con hembras, la descendencia no logra sobrevivir. Esto busca que no se expanda la cantidad de mosquitos transmisores del dengue, en medio de la precaución por la posibilidad de la expansión de la enfermedad.

Se trata de una técnica mencionada como autocontrol biológico, que busca controlar plagas sin utilizar insecticidas que sean dañinos para el medio ambiente. 

La cantidad liberada por el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria (ISCAMEN) en Mendoza es de 10.000. Este método también está en prueba en otros países como Brasil, México o Estados Unidos, donde se realizan estudios para chequear su efectiva en la lucha contra el Aedes aegypti.

Notas relacionadas