Gran hallazgo del CONICET: extracto de piel de maní inhibe el virus del dengue durante su ciclo de replicación

Dengue. Foto: Pixabay

Investigadores del CONICET lograron demostrar, en modelos in vitro, que un extracto de la piel de maní tiene gran potencial para prevenir y tratar la infección que inhibe el virus del dengue. Este reciente hallazgo podría ser la base para futuros desarrollos terapéuticos naturales, económicos y sostenibles contra la enfermedad.

El dengue, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, es una enfermedad viral emergente de gran impacto global y regional. Existen cuatro serotipos principales del virus del dengue (DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4). La reinfección con un serotipo diferente aumenta el riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad, como el dengue hemorrágico. A pesar del aumento global de casos, aún no se dispone de medicamentos antivirales efectivos y accesibles para tratar el dengue.

En este contexto, científicos del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (INICSA, CONICET-UNC) y del Instituto de Biotecnología Ambiental y Salud (INBIAS, CONICET-UNRC) investigan el potencial de un extracto de la piel roja del maní para inhibir el virus del dengue. Los resultados, publicados recientemente en la revista Plants, podrían ser la base para el desarrollo de tratamientos naturales, económicos y sostenibles.

La primera autora del trabajo, Florencia Menis Candela, se desempeñó como becaria doctoral del CONICET. Créditos: gentileza investigadores.

“Tras una exhaustiva revisión bibliográfica, optamos por investigar la planta de maní debido a sus conocidas propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas. Además, Córdoba exporta grandes cantidades de maní y su piel queda como un subproducto industrial. Nuestro estudio busca revalorizar ese residuo para crear un antiviral contra el dengue, algo que no se había probado antes”, explicó Carola Sabini, investigadora del CONICET en el INICSA y líder de la investigación.

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Más detalle del hallazgo

En un estudio previo, el equipo investigó extractos de tegumento y semilla de maní, evaluando su toxicidad en modelos experimentales tanto en células (in vitro) como en ratones (in vivo). Con estos datos, los especialistas determinaron las concentraciones seguras de ambos productos naturales, asegurando que no dañen las células del huésped. Posteriormente, utilizaron estas concentraciones para estudiar la actividad antiviral contra el serotipo 2 del dengue (DENV-2) en ensayos in vitro con cultivos celulares.

“El extracto de semilla mostró poca actividad, inhibiendo parcialmente el virus en las etapas intracelulares de la replicación; mientras que el extracto de tegumento, incluso en bajas concentraciones, logró inactivar el virus al 100%. Creemos que estos efectos se deben a las diferencias en la composición de cada producto. La semilla contiene más componentes lipídicos, mientras que la piel de maní tiene polifenoles y proantocianidinas, moléculas conocidas por sus propiedades antioxidantes y antivirales”, explicó la especialista en microbiología.

Además, se demostró que el extracto de tegumento inhibe el DENV-2 en diversas etapas de su ciclo de replicación, desde la adsorción y penetración -cuando el virus se une a la célula para ingresar en ella- hasta dentro de la célula hospedadora. El compuesto también presentó acción virucida e incluso impidió la infección por DENV-2 cuando se aplicó como tratamiento preventivo en las células.

El extracto de piel de maní inhibe el virus del dengue, según expertos del CONICET. Foto: Noticias Ambientales.

Gracias a la colaboración con especialistas en biología molecular del INBIAS, se confirmó que la acción del extracto se basa en inhibir la síntesis de ARN viral. Para Sabini, esta amplia actividad antiviral superó las expectativas: “Es muy importante, porque implica que puede tener diferentes usos, tanto como tratamiento para las personas infectadas como preventivo para evitar la infección”.

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Innovación nanotecnológica y sostenibilidad

El equipo de investigación está explorando colaboraciones tecnológicas con la industria para avanzar en la producción de diversas aplicaciones del extracto de tegumento de maní. Este compuesto destaca por su versatilidad y potencia antiviral, además de las ventajas inherentes a los productos naturales. Elio Soria, investigador del CONICET en el INICSA y coautor del trabajo, señala: “En fitomedicina, no siempre es necesario obtener un compuesto puro. Muchas veces, la mezcla de moléculas en el extracto es más activa que los compuestos individuales. Esta estrategia también es más económica, especialmente en países de bajos recursos”.

Para utilizar el fitofármaco en humanos, los científicos deben probar diferentes formulaciones y realizar ajustes que optimicen su absorción, biodisponibilidad y bioaccesibilidad. “En colaboración con colegas especialistas en nanotecnología, estamos desarrollando pequeñas partículas o vesículas que pueden estabilizar y vehiculizar los compuestos del extracto, asegurando que lleguen a los sitios de interés”, añade Soria.

Carola Sabini y Elio Soria, investigadores del CONICET y coautores del trabajo. Foto: Comunicación CONICET Córdoba.

El dengue no solo causa complicaciones por la replicación del virus en las células, sino también por la respuesta inmune exacerbada e inflamatoria del organismo, especialmente en reinfecciones con serotipos diferentes. “Estamos investigando el efecto del extracto de maní en el sistema inmune. Podría ser utilizado como un fármaco antiviral e inmunomodulador, evitando la inflamación del dengue. También exploramos su uso como ingrediente en alimentos funcionales o suplementos dietarios”, comenta Sabini.

“La palabra clave de todo el proyecto es sostenibilidad. Desde la extracción ‘verde’ con etanol hasta la selección de componentes de las nanovesículas, buscamos minimizar el impacto ambiental. También procuramos que todos los materiales sean económicos y estén disponibles en Argentina, evitando la dependencia de importaciones”, concluye Soria. Florencia Menis Candela, la primera autora del estudio, realizó este trabajo como becaria doctoral del CONICET en el INBIAS.