Crisis ambiental: los 10 factores cruciales que contribuyen a la destrucción del planeta

Planeta Tierra. Foto: Unsplash

El mundo pide a gritos que paremos. La contaminación causó miles de efectos a lo largo de todo el mundo. Incendios, inundaciones, olas de calor durante en invierno y temperaturas extremas, son algunas de las consecuencias de la crisis ambiental que afecta al mundo en la actualidad.

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Sequía

Los datos científicos evidencian una progresiva expansión de los climas áridos y un retroceso de los climas templados y fríos. Estas temperaturas cálidas son las causantes de las sequías a lo largo del globo, lo que puede ocasionar la disminución de la cantidad y calidad del agua.

Una posible solución sería frenar el crecimiento de la demanda de agua para el regadío intensivo e industrial, la ganadería intensiva, la industria y para el uso turístico o urbano, estableciendo una transición hidrológica justa, con una hoja de ruta para adaptar el regadío y el futuro de la agricultura a la disponibilidad hídrica y garantizando un reparto equitativo de los recursos en cantidad y calidad con el abastecimiento de las poblaciones, los caudales ecológicos y otros usos prioritarios.

Sequía por la ola de calor. Foto: NA.

También, hay que garantizar el derecho al agua a través de una gestión pública eficiente de los recursos hídricos, que incorpore una mayor progresividad tarifaria en el consumo, así como las tecnologías más eficientes en los sistemas gestionados de depuración, recuperación y reutilización de aguas, y medidas activas de ahorro de agua. Y establecer perímetros de protección eficaces en todas las zonas de captación de agua para consumo humano, en línea con la Directiva Marco del Agua.

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Incendios

Los climas cálidos vienen de la mano de intensas llamas en diversos puntos del planeta. El fuego se convirtió en una terrible amenaza para el mundo en la actualidad. Los incendios se volvieron cada vez más virulentos y difíciles de controlar. En el año pasado ardieron cerca de 270.000 hectáreas y se contabilizaron 57 grandes incendios forestales. Está situación irá en aumento por el cambio climático que está tomando cada vez más potencia en el mundo actual.

Para hacer frente a esta problemática, es imprescindible mejorar la gestión forestal todo el año, desarrollando modelos selvícolas que favorezcan la diversidad genética, reduzcan la densidad de arbolado e integren al mundo rural. Para ello las administraciones tienen que establecer un fondo presupuestario de apoyo para la prevención de incendios.

Incendios en Portugal. Foto: EFE.

No sólo se trata de apagar el fuego, sino que hay que prevenirlo antes y para ello se requiere de la elaboración de los planes de prevención.

Además, son necesarias medidas fiscales favorables para los propietarios forestales, para garantizar una gestión activa del territorio mientras se mantienen los bienes y servicios que los montes ofrecen, así como la generación de empleo en el medio rural. Las campañas de extinción de incendios no pueden estar sólo ligadas a la época estival, es imprescindible impulsar una gestión forestal adaptativa para conformar paisajes más resilientes frente a los escenarios de cambio climático.

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Desertificación

Las proyecciones climáticas futuras indican que padeceremos sequías más intensas que las actuales. Estos períodos prolongados de sequía y calor reducirán la disponibilidad de agua dulce y amenazarán los rendimientos agrícolas. Esto puede conducir a la escasez de agua y el aumento de los precios de los alimentos. 

Es necesario avanzar hacia la transición agrológica reconvirtiendo las producciones agrícolas intensivas y superintensivas a explotaciones sostenibles, diversificadas y de bajo consumo de agua. Para ello hay que incrementar la agricultura ecológica en un 30% de la superficie para 2030 y el 100% en 2050.

Desertificación. Foto: Unsplash.

También, es necesario identificar cuáles son las zonas agrícolas más vulnerables al cambio climático y desarrollar un plan de adaptación y recuperación de estas. Además, hay que proteger y restaurar los ríos, los bosques de ribera, las cabeceras de valles y “plantar agua” desarrollando proyectos de mejora de la capacidad de recarga de los acuíferos. 

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Pérdida de biodiversidad

El mundo se encuentra ante la sexta extinción masiva de especies debido a la actividad humana. Somos los responsables de la pérdida de la biodiversidad en el mundo. Más de un millón de especies se enfrentan a ese riesgo de extinción, muchas en cuestión de solo décadas.

De los nueve límites planetarios identificados que explican los márgenes dentro de los cuales la humanidad puede operar con seguridad, siete se sobrepasaron: cambio climático, alteración de los ciclos globales de fósforo y nitrógeno, tasa de pérdida de biodiversidad, cambios en la disponibilidad del agua verde, cambio de uso de suelo y contaminación química, plástica y otras sustancias.

Temperaturas récord de los mares ponen en peligro la biodiversidad. Foto: Unsplash.

Es por eso que, es de vital importancia proteger al menos el 30% de la tierra y los océanos para 2030.  Para esto hay que implementar el Plan Nacional de Adaptación frente a las amenazas del cambio climático con un presupuesto adecuado, incluyendo soluciones de largo plazo basadas en la naturaleza. 

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Contaminación por agricultura industrial

La agricultura industrial es destructiva ya que consume una cantidad de agua impensable. Además, utiliza productos químicos (fertilizantes y plaguicidas) que provocan emisiones de gases de efecto invernadero, contaminando los acuíferos, los suelos y los alimentos, lo que afecta a la biodiversidad.

Agricultura. Foto: Unsplash.

La solución es la agroecología. Hay que reconvertir las producciones agrícolas a explotaciones sostenibles, para poder, de esta forma, reducir la contaminación del agua provocada por el uso excesivo de fertilizantes sintéticos. Asimismo, se tienen que poner en marcha medidas de protección contra la contaminación difusa producida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias y prohibir el uso del glifosato de una vez por todas, así como mantener a todos los transgénicos bajo las actuales regulaciones.

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Contaminación por ganadería industrial

La ganadería industrial es altamente contaminante y afecta directamente al agua subterránea y a la biodiversidad de las zonas en la que se desarrolla.

Para hacer frente a esta problemática debemos reducir la cabaña de ganadería intensiva en un 50% para 2030 y promover una transición justa para las explotaciones actuales. Para ello, es necesario apoyar una cadena de suministro y consumo de proximidad, ampliar los mercados agroecológicos y la red de mercados ambulantes, y promover la diferenciación de productos vinculados a una producción sostenible, a las redes de distribución de cercanía y a las actividades tradicionales.

Ganadería. Foto: Unsplash.

Es necesario ir más allá y aplicar el principio de quien contamina paga. Tenemos que eliminar el IVA en todos los alimentos ecológicos e incrementar el de la carne roja y los productos ultraprocesados. 

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Turismo masivo

La urbanización se incrementa con el pasar del tiempo. Muchos ecosistemas son destruidos, al igual que su biodiversidad. Según los datos, se destruyó el equivalente a 26 campos de fútbol de superficie durante las últimas tres décadas. 

Los turistas incrementan el impacto humano: las demandas de abastecimiento de aguas, energía, transportes, y la generación de residuos sólidos, aguas residuales y gases contaminantes deja a la zona saturada e incapaz de generar los bienes y servicios necesarios para un desarrollo sostenible futuro.

Venecia, conocida por sus canales y lugares de interés cultural, lleva años luchando contra el turismo de masas. Foto: Reuters.

Es por eso que hay que incrementar tasas turísticas en zonas de turismo masivo, fomentando el  turismo que reconozca el valor natural, cultural y patrimonial del territorio, con una adecuada planificación, que tenga en cuenta la capacidad de carga del entorno y busque un equilibrio social y ecológico. Se deben aumentar el número de áreas protegidas y crear infraestructuras verdes y corredores que protejan los procesos ecológicos esenciales.

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Plásticos

Cada año llega a mares y océanos el equivalente en basura a hasta 1.200 veces el peso de la Torre Eiffel. El reciclado de los plásticos es poco practicado y miles de ellos terminan en el suelo, contaminando. 

La ONU considera la contaminación por plásticos “una crisis global” contra la que es necesario actuar rápidamente. Foto: NA.

El reciclaje no es la solución, es necesario reformar el sistema actual. Además, hay que vigilar que esto se cumpla de la manera adecuada. Hay que promover el consumo consciente, exigir la durabilidad y reparabilidad de los productos y prohibir la obsolescencia programada, aplicando la ley de garantías del consumidor.

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Impunidad ambiental

La impunidad ambiental consiste en la imposibilidad de investigar, cumplir, enjuiciar, sancionar y reparar los delitos y daños en contra del medioambiente, sea esto resultado de la falta de capacidades institucionales o de voluntad política por parte de las autoridades.

Contaminación de plásticos. Foto: Reuters.

Necesitamos acabar con la impunidad y garantizar la protección efectiva del medio ambiente. Es importante garantizar la responsabilidad plena de las compañías por los daños causados a las personas y al medio ambiente. 

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Contaminación por combustibles fósiles

Los combustibles fósiles son los principales emisores y causantes del cambio climático, representando más del 75% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y casi el 90% de todas las emisiones de dióxido de carbono. Además, la extracción y uso de combustibles fósiles genera sustancias tóxicas y peligrosas que tienen un impacto para la salud humana y la del medio ambiente.

Mientras el poder de la industria de los combustibles fósiles siga intacto, la crisis climática seguirá agravándose. Para hacerle un bien al mundo, debemos acabar con el uso de los combustibles fósiles lo antes posible. Las emisiones mundiales tienen que reducirse por lo menos a la mitad para 2030. 

Gases de efecto invernadero. Foto: Unsplash.

Hay que reducir el consumo de energía, favorecer el ahorro, mejorar la eficiencia energética y llegar rápidamente a un sistema energético 100% renovable.