Sorpresa por una "anomalía radiactiva" en el océano Pacífico: por qué es importante para entender el pasado de la Tierra

Los investigadores manejan varias hipótesis sobre esta singularidad: desde una reorganización de las corrientes oceánicas hasta una una nube de materia interestelar densa.

Por Canal26

Sábado 15 de Febrero de 2025 - 17:52

Profundidades del océano. Foto: Freepik Profundidades del océano. Foto: Freepik

Un equipo de investigación alemán quedó perplejo por una anomalía en las profundidades del océano Pacífico, donde se detectó un aumento imprevisto del isótopo radiactivo berilio-10

El estudio fue publicado en la revista Nature Communications y liderado por Dominik Koll y su equipo en el Instituto de Investigación Helmholtz-Zentrum Dresden-Rossendorf. Según el texto, esta irregularidad podría no estar limitada a la zona donde fue descubierta, sino ser un fenómeno de escala global con posibles consecuencias geológicas y astrofísicas.

Zonas del fondo marino donde se detectó berilio-10.  Foto: Esri/GEBCO/Garmin/ NaturalVue Zonas del fondo marino donde se detectó berilio-10. Foto: Esri/GEBCO/Garmin/ NaturalVue

El dato sorprendete es que el aumento del berilio-10 detectado en los sedimentos de las regiones central y norte del océano Pacífico corresponden a una época entre 9 y 12 millones de años atrás. Es por ello que el hallazgo resulta notable, porque la concentración encontrada por Koll y su equipo es casi el doble de lo esperado.

La isla de plástico del Océano Pacífico. Foto: Noticias Ambientales.

Te puede interesar:

La isla de plástico del Pacífico: una amenaza ambiental del tamaño de un continente

¿Qué es el berilio-10?

El berilio-10 es un isótopo radiactivo que se produce de manera continua en la atmósfera terrestre debido a la interacción de los rayos cósmicos con sus componentes. Una vez que se forma, es arrastrado por la lluvia, que lo deposita en en los océanos. Allí, se integra a las cortezas metálicas del fondo marino durante extensos periodos de tiempo.

Estas cortezas también contienen metales como hierro manganeso -entre otros-, los cuales se acumulan lentamente y actúan como registros geológicos, documentando la historia química y ambiental de la Tierra durante millones de años.

Esquema de la producción e incorporación de berilio-10 por rayos cósmicos en costras de ferromanganeso. Foto: HZDR Esquema de la producción e incorporación de berilio-10 por rayos cósmicos en costras de ferromanganeso. Foto: HZDR

Este sorprendente hallazgo tiene implicaciones importantes no solo para entender el inmenso océano, sino también para estudiar eventos cósmicos que pudieron haber afectado la Tierra muchísimo tiempo atrás.

En esa línea, Koll y su equipo sugieren que esta anomalía, descrita como un "marcador independiente del tiempo" de los registros marinos, permitiría rastrear cambios globales y aportar información única sobre el estado de la protección de nuestro planeta frente a grandes eventos astrofísicos.

Especies marinas desconocidas fueron halladas. Foto: ROV SuBastian / Schmidt Ocean Institute

Te puede interesar:

Maravilloso descubrimiento submarino: dónde queda la cordillera con picos de más de 3.000 metros

Hipótesis alrededor de la anomalía radiactiva

Científicos creen que una de las posibles causas es que hace más de 9 millones de años pudo haber ocurrido una reorganización de las corrientes oceánicas, provocando una gran acumulación de berilio-10 en el Pacífico y alterando la forma en que los materiales se distribuían en el océano, lo que resultó en un depósito inusual en esa zona.

Profundidades del océano. Foto: Unsplash Profundidades del océano. Foto: Unsplash

Otra explicación tiene como foco un fenómeno de origen cósmico: una supernova (explosión de una estrella) cercana a la Tierra podría haber incrementado la cantidad de rayos cósmicos que alcanzaron al planeta, produciendo un aumento significativo de berilio-10.

En tanto, expertos plantean que el paso de nuestro sistema solar a través de una nube de materia interestelar densa pudo intensificar la radiación cósmica que llegaba a la atmósfera terrestre.

Lo que es cierto es que el equipo de Koll planea realizar más análisis en los océanos, y hace un llamado a otros grupos de investigación a estudiar esta anomalía en distintas regiones del mundo.

Notas relacionadas