Argentina-Bolivia: 742 kilómetros de frontera y 200 metros en disputa por un alambrado

El sector donde se construirá el alambrado en la frontera Argentina-Bolivia. Foto: NA

La instalación de un alambrado de 200 metros sobre el río Bermejo, que divide Bolivia y Argentina, genera polémica hace días. Dos ciudades de Salta aparecen como las más conmocionadas por las novedades: Aguas Blancas y San Ramón de la Nueva Orán, consideradas “el punto más álgido de entrada de cocaína del país”, según expresó Patricia Bullrich, ministra de Seguridad.

Entre ambas ciudades y la boliviana Bermejo pasan personas constantemente, muchas veces para hacer compras y esperar el pedido del lado argentino a través del río. Las fuerzas federales que operan allí, Prefectura, Gendarmería y Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) buscan que esa actividad no llegue a las zonas más centrales de ciudad, justamente los 200 metros donde se instalará el alambrado.

El tiempo estimado de la obra será de 60 días. La búsqueda de las autoridades es que se remarque la división entre las personas que trasladan mercadería y los que hacen negocios con productos no autorizados, como ocurre con drogas como cocaína, además del tabaco. 

Patricia Bullrich y Gustavo Sáenz en una recorrida por la frontera de Salta y Bolivia. Foto: NA.

Cabe mencionar que Argentina y Bolivia comparten 742 kilómetros de frontera y existen cuatro pasos internacionales, de los cuales tres están en la provincia de Salta. Ellos son El Condado-La Mármora, Aguas Blancas-Bermejo y Salvador Mazza-Yacuiba.

La tensión aparece en los 200 metros de Aguas Blancas. Según explicó un funcionario a La Nación, “el límite con Bolivia es la mitad del río; ese muro que contiene el río, técnicamente, es parte de él; entonces se va a construir pegado, pero del lado del municipio, cuestión de que no haya nada federal”.

Por parte de las fuerzas de seguridad, estiman que la tensión aumentará en la zona cuando se instale el alambrado. Con respecto a los habitantes, así como también a las personas que pasan productos de un lado al otro, entienden que deberán caminar 100 metros más.

Los 200 metros muestran dos versiones de cada lado. En Bolivia, son muy pocas las personas que hacen migraciones saliendo desde Bermejo, además de que no hay controles ni fuerzas de seguridad. La margen, además, aparece como un barranco sobre el que se construyó un paredón. Sin embargo, del lado argentino, aparece una playa de unos 200 metros, aunque 100 de ellos son de una importante vegetación, donde se abrieron caminos para poder desarrollar el contrabando.

Patricia Bullrich y Gustavo Sáenz en una recorrida por la frontera de Salta y Bolivia. Foto: NA.

Hasta que se culmine la instalación del alambre, se espera que se mantenga despejado el acceso céntrico, aunque se intensificaron los controles en la ruta que conecta a Orán con Aguas Blancas. Allí se analizan las cargas de los vehículos e incluso se obliga a las personas a pasar los bultos por un scanner para negar el pasaje de drogas, y tabaco.

En paralelo al puesto de control sobre la ruta, personas llevan grandes paquetes que pueden llegar a ser heladeras o cubiertas de auto por los caminos que ofrece el monte. Claro que también se aprovechan estos espacios para trasladar droga, donde se enfocan los esfuerzos del Plan Güemes, que pretende retomar el control del territorio y ofrecerles mejores condiciones de vida a los habitantes que no quieren vivir con bandas narcos.