"Preparen los cajones": narcos amenazan a las autoridades en Rosario, redoblan la apuesta y van por más

Crimen organizado y narcotráfico en Rosario. Foto: Redes sociales y NA.

Día tras día, la ciudad de Rosario se ve acechada por una espiral de violencia instigada por la guerra del narcotráfico, que logró paralizar servicios esenciales y sembró el temor entre los habitantes. El reciente asesinato de Bruno Nicolás Bussanich, un joven playero de una estación de servicio, y el colectivero Marcos Iván Daiola, se suman a una serie de crímenes que tienen como telón de fondo las amenazas de "la mafia" hacia las autoridades y civiles.

La situación se intensificó tras las medidas contra los presos en las cárceles provinciales, donde se retiraron varios beneficios y se realizaron requisas al estilo Nayib Bukele, presidente de El Salvador. En represalia, la violencia por parte de los narcotraficantes se desató con cuatro inocentes asesinados en cuatro días y con un nuevo lema de advertencia: "Preparen los cajones para los pibes", en referencia a posibles ataques en clubes de fútbol y jardines de infantes. 

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Bussanich, de 25 años y padre de un niño de cuatro, fue atacado mientras trabajaba en su oficina. Tres disparos lo alcanzaron, y su vida culminó por un individuo que luego huyó en un Fiat Duna, encontrado posteriormente incendiado. Antes de escapar, dejó una nota amenazadora dirigida al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y su ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni. "Esta guerra no es por territorio. Es contra Pullaro y Cococcioni”, se lee en el papel.

El colectivero Daiola, de 38 años, fue baleado mientras trabajaba en la línea K de trolebuses. A pesar de los esfuerzos médicos, la muerte encefálica fue confirmada, un resultado que sumió a toda la ciudad en un luto extendido. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunció la suspensión del servicio de colectivos por 24 horas como muestra de solidaridad.

“Por el deterioro clínico y neurológico que venía presentando en las últimas 24 horas, en la mañana de hoy (domingo) se realizaron diferentes tests, estudios y diagnósticos que confirmaron a las 13.30 la muerte encefálica del paciente. Esto confirma el fallecimiento del mismo”, indicó el parte médico. 

El playero asesinado en Rosario, su novia y su hijo. Foto: NA.

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Cómo se encuentra la ciudad de Rosario tras la escalada de violencia en las calles

En torno a estos lamentables sucesos, el gobierno de Javier Milei respondió activando un comité de crisis para intervenir en Rosario con fuerzas de seguridad federales y las Fuerzas Armadas. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció que se presentará este lunes "en el terreno" para abordar la situación.

Por instrucción del presidente @JMilei, en Rosario, ni un paso atrás. Mañana estaré en el terreno. https://t.co/OnxU9EJNgt

— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) March 10, 2024

En un gesto de duelo, las estaciones de servicio cerraron sus puertas desde las 14 horas del domingo, acompañando el dolor de la familia Bussanich. La medida, según la Cámara de Estaciones de Servicios, Garages y Afines de Rosario (Cesgar) y el Sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio, Garages, Playas y Lavaderos Automáticos (Soesgpyla), se mantendrá por tiempo indefinido hasta obtener respuestas a las demandas de seguridad para el sector.

Asesinaron a un playero inocente en Rosario. Foto: NA.

La escalada de violencia incluyó previamente el asesinato de dos taxistas que recibieron solicitudes de viaje a través de WhatsApp. Se trató de Diego Alejandro Celentano, de 32 años, y de Héctor Raúl Figueroa, de 42 años, quienes fueron acribillados a la misma hora con un día de diferencia. Ambos crímenes, ejecutados con la misma pistola, se vinculan a sicarios relacionados con el narcotráfico.

La aparición de una bandera amenazante colgada por narcos sobre el puente de avenida Circunvalación y Oroño, advirtiendo que continuarán las muertes de inocentes, intensificó la preocupación de los rosarinos: "Pullaro y Cococcioni se metieron con nuestros hijos y familiares... van a seguir las muertes de inocentes taxistas, colectiveros, basureros y comerciantes", se leía.