Turismo urbano: de paseo por tres de los cien barrios porteños 

Villa Devoto. Biblioteca El Castillito. Foto: turismo.buenosaires.gob.ar

La capital de un país, sea cual fuere, siempre cautiva las miradas de propios y ajenos. Buenos Aires es la capital de todos los argentinos y un indiscutible referente de la “argentinidad al palo”.

Comportarse como turistas en algo tan propio es un desafío. Sin embargo, la mirada curiosa, despojada de prejuicios y, sobre todo, dispuesta al disfrute, termina siendo el mejor modo de conocernos mejor.

Para quienes van desde las provincias o para los mismos “porteños”, recorrer los barrios de la ciudad permite sentir el pulso vital del lugar y apreciar los detalles que el ritmo de lo cotidiano no deja ver en toda su dimensión.

Para complementar a los clásicos paseos por Caminito, San Telmo o Recoleta, la Ciudad de Buenos Aires ha comenzado a diseñar nuevos circuitos para re-conocer y volver a apropiarse de cada barrio. 

Es que cada uno tiene historia e impronta particulares. Y las propuestas son variadas e interesantes, además de poder hacerse en transporte público, caminando o en bicicleta, con o sin guías profesionales.

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Villa Devoto, el barrio del Maradona

Después de Villa Fiorito y La Paternal, Diego Maradona eligió Villa Devoto para vivir. Se dice que aquí fue donde más tiempo vivió y no hay pizzería, bar o restaurante que no tenga alguna referencia a nuestro número 10.

Fundada por el italiano Antonio Devoto, quien llegó a la Argentina en la década de 1850, el barrio de casas bajas y señoriales con árboles en sus veredas conserva el encanto original pero tiene un circuito gourmet que forma parte del nuevo Distrito del Vino.

Mural urbano. Villa Devoto. Foto Turismo.buenosaires.gob.ar

El barrio tiene identificados más de 30 sitios de interés y puede organizarse a tu criterio utilizando un mapa interactivo del sector.

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Barrio de Belgrano, caserón de tejas

Entre torres, casas pintorescas y una gran avenida comercial muy activa, el barrio de Belgrano fue pueblo, ciudad y hasta Capital Federal por un breve tiempo. 

Dicen que resguarda grandes secretos y que se distingue por el verde de sus parques o de sus barrancas. Pero, sobre todo, allí se impone una armónica convivencia de antiguas e imponentes casonas señoriales de finales del siglo XIX con modernos edificios, siempre sobre calles empedradas.

Hay más de 45 sitios de interés para conocer en este barrio, pero sin dudas, la famosa  iglesia “Redonda”, el museo de arte español Larreta o el museo histórico Sarmiento, son visitas obligadas.

En el mismo sector conviven los clubes de barrio y una enorme cantidad de murales exponentes del street art. Si hay ganas de seguir, a muy pocas cuadras te trasladás directamente a la China, sin moverte de Buenos Aires: llegás al Barrio Chino.

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En Barracas, la tradición se combina con la modernidad y el diseño

Hacia el sur, las calles empedradas, puentecitos y viejas construcciones, proponen un viaje en el tiempo. Barracas fue un barrio obrero y fabril.

Aquí el arte callejero florece en cada muro y es tal la cantidad de artistas que eligen estas paredes para inspirarse y plasmar su obra que el barrio vuelve a contar su historia con una mirada renovada, fresca y colorida.

 Barracas. Iglesia Santa Felicitas. Foto: gentileza turismo.buenosaires.gob.ar

En las calles hay olor a vainilla y pan. Los barcitos y cafeterías se multiplican y la gastronomía florece.

Para el final, lo mejor: estando en Barracas no se puede dejar de visitar la iglesia construida en honor a la trágica historia de Felicitas Guerrero, una joya de la arquitectura de influencia alemana en la ciudad.

Barracas. Fotomural. Foto: gentileza turismo.buenosaires.gob.ar