El "Telescope Array" identificó un rayo cósmico energético sin procedentes. ¿Qué significa para la humanidad?
Por Canal26
Viernes 24 de Noviembre de 2023 - 20:00
Los científicos identifican continuamente nuevas partículas en el inmenso Cosmos. En esta ocasión, investigadores japoneses descubrieron una partícula de altísima energía cayendo a la Tierra, a la cual la denominaron "Amaterasu" en honor a Amaterasu Ōmikami, la diosa del sol y el universo en la mitología japonesa.
Parece ser que esta partícula llegó a la Tierra en una lluvia de otras partículas menos energéticas, las cuales provienen de regiones lejanas del espacio, denominadas "rayos cósmicos". Estos rayos consisten en partículas cargadas de energía que se originan en fuentes galácticas y extragalácticas, que pueden alcanzar una energía de más de 1.018 electronvoltios
Cuando los rayos cósmicos de energía ultra alta impactan la atmósfera de la Tierra, inician una cascada de partículas secundarias y radiación electromagnética, lo que se conoce como una extensa lluvia de aire. Algunas de ellas son capaces de viajar más rápido que la luz, produciendo un tipo de radiación electromagnética que puede ser detectada por instrumentos especializados.
Los de energía extremadamente alta, como el caso de Amaterasu, de 244 EeV son excepcionalmente raros. Hasta la fecha sólo se registró un rayo cósmico más potente, en 1991, el bautizado como Oh-My-God, con una energía de 320 EeV.
“Cuando descubrí por primera vez este rayo cósmico de energía ultra-alta, pensé que debía haber habido un error, ya que mostraba un nivel de energía sin precedentes en las últimas tres décadas”, señaló el profesor Fujii en un comunicado publicado.
El equipo todavía no logró determinar la procedencia de Amaterasu, pero esperan que su descubrimiento y estudio allane el camino para esclarecer su origen y el de los propios rayos cósmicos. “No se ha identificado ningún objeto astronómico prometedor que coincida con la dirección desde la que llegó el rayo cósmico, lo que sugiere posibilidades de fenómenos astronómicos desconocidos y orígenes físicos novedosos más allá del modelo estándar”, añadió.
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Además, Fujii comentó que el equipo sigue comprometido con el Telescopio Array y que, en adelante, buscarán mejorar sus capacidades. Este dispositivo fue puesto en marcha en 2008 y consta de 507 estaciones de superficie centelladoras que cubren un área de 700 kilómetros cuadrados en el Estado estadounidense de Utah.
“Las cosas que la gente considera energéticas, como las supernovas, no son lo suficientemente energéticas para esto. Se necesitan enormes cantidades de energía, campos magnéticos realmente altos, para confinar la partícula mientras se acelera”, dijo John Matthews, profesor de investigación de la Universidad de Utah en Estados Unidos.
Y agregó: “Las partículas tienen tanta energía que no deberían verse afectadas por los campos magnéticos galácticos y extragalácticos. Deberías poder señalar de dónde vienen en el cielo. Pero en el caso de la partícula Oh-Dios mío y esta nueva partícula, se rastrea su trayectoria hasta su fuente y no hay nada con suficiente energía para haberla producido”.
“Estos eventos parecen venir de lugares completamente diferentes en el cielo. No es que exista una fuente misteriosa. Podrían ser defectos en la estructura del espacio-tiempo, la colisión de cuerdas cósmicas. Quiero decir, sólo estoy escupiendo ideas locas que a la gente se le ocurren porque no hay una explicación convencional”, cerró el profesor John Belz de la Universidad de Utah.
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