La salsa poco conocida que posee grandes beneficios para la salud y es recomendada por Harvard

Salsa de romesco. Foto: iStock.

A la hora de cocinar, muchas veces se recae en lo más rápido y sencillo, y las comidas se vuelven repetitivas. Es por eso que es fundamental realizar recetas que briden toques diferentes o preparar diversos acompañamientos para complementar las comidas. Una buena opción para ello son las salsas, y existe una que es de las más recomendadas y quizás poco conocidas.

Se trata de la salsa romesco, la cual es típica de la gastronomía española y tiene su origen en la provincia de Tarragona, situada al sur de Cataluña. Además, posee muchas versiones, aunque no varían demasiado entre sí, aunque su principal virtud es que posee grandes beneficios para la salud.

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Los beneficios de la salsa romesco

La Universidad de Harvard destaca a la salsa romesco como un sustituto del kétchup procesado, ya que posee un alto contenido en vitamina C, cinco veces más que las naranjas, llegando a ofrecer hasta 242,5 mg cada 100 gramos.

Salsa de romesco. Foto: iSctock.

Este alimento presenta también un alto contenido de provitamina A, folatos y vitamina E, potentes antioxidantes que contribuyen a la formación del colágeno, la producción de glóbulos rojos, la salud ósea y dental. Además, según un análisis publicado en Advance Nutrition, desempeñan un papel significativo en la prevención de afecciones como el cáncer de colon y la enfermedad inflamatoria intestinal.

En tanto, la salsa romesco incluye vitamina E, B1, magnesio, cobre y carotenoides, compuestos que protegen las células contra el daño provocado por los radicales libres, que se presentan por la actividad física intensa, el tabaquismo, el estrés, la exposición excesiva al sol o una dieta rica en grasas. También es una valiosa fuente de vitamina A, folato y potasio.

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Salsa romesco: ingredientes y sus beneficios

• Tomate: además de estar compuesto en un 95% por agua, contiene azúcares simples y ácidos, lo que le da su sabor característico y su cualidad digestiva. Además, posee una riqueza en vitaminas antioxidantes y vitaminas C, E y A. También es conocido por ser una fuente excepcional de vitaminas del grupo B, incluyendo ácido fólico, lo que lo hace beneficioso durante el embarazo y para el desarrollo del sistema nervioso. El tomate contribuye también al control de la coagulación sanguínea, lo que favorece la salud cardiovascular y es un diurético natural que además posee un bajo contenido en sodio.

Tomates. Foto: Unsplash.

• Frutos secos: la salsa romesco lleva avellanas y almendras, los cuales son ricos en grasas saludables, especialmente grasas monoinsaturadas, que ayudan a mantener un corazón sano y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, contienen vitamina E, magnesio y antioxidantes, que contribuyen a la protección contra los radicales libres y pueden tener efectos positivos en la salud de la piel.
  
  
• Ajo: es conocido por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, gracias a compuestos como la alicina. Está asociado a la reducción de la presión arterial y la mejora de la salud cardiovascular, ya que ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
  
  
• Aceite de oliva: es una fuente de grasas saludables, principalmente ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares al disminuir el colesterol LDL (colesterol "malo"). Además, es rico en antioxidantes que pueden tener propiedades antiinflamatorias, lo que contribuye a la salud general del cuerpo.

Aceite de oliva. Foto: Unsplash.

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Paso a paso, cómo hacer salsa romesco

La salsa romesco sirve para acompañar una buena ensalada, como una parrillada de verduras o para cualquier pescado a la plancha o a la parrilla.

Ingredientes

• 2 pimientos rojos
• 1 tomate rojo
• 1 cabeza de ajo
• ½ taza de almendras
• 4 cdas de caldo de pescad
• 1 chupito de licor de avellanas
• Aceite de oliva, c/n.
• Romero fresco
• 1 limón

Preparación

1. En una placa colocar los morrones, el tomate y el ajo, con un poco de romero, aceite de oliva y sal gruesa.
   
   
2. Cuando esté bien bien cocido, pelar el tomate y reservar la pulpa.
   
   
3. En una sartén, dorar las almendras y reservar.
   
   
4. En un mixer, colocar la pulpa que habíamos reservado, las almendras y el chupito.
   
   
5. Mixear y, si queda muy tomado, usar un poco de caldo de pescado para aligerar.
   
   
6. Sazonar a gusto y luego tamizarlo así le quitamos todo tipo de impureza.