Alerta por el uso de un nuevo opioide que es 10 veces más poderoso que el fentanilo

Crisis del Fentanilo en Estados Unidos. Foto: Unsplash

Los opioides son una clase de medicamentos utilizados para reducir el dolor. Incluyen analgésicos disponibles legalmente a través de una receta médica, así como drogas ilegales. Dentro de las últimas se encuentra el fentanilo, una versión clandestina de un poderoso analgésico que se vende con receta. La llegada de esta sustancia a las calles, ha sido un gran problema para la sociedad.

Pero ahora, los expertos advierten que la amenaza planteada por el fentanilo puede quedar en segundo plano en comparación con la aparición de un tipo aún más peligroso de opioide sintético que está contaminando el suministro de drogas ilegales: los nitazenos.

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Una nueva investigación, publicada en JAMA Network Open, encontró que los nitazenos son 1,000 veces más potentes que la morfina y 10 veces más poderosos que el fentanilo. Lo que significa que esta droga es ''mucho más peligrosa porque se necesita una menor cantidad para tener el mismo efecto y los pacientes pueden sufrir una sobredosis más fácilmente'', explicó la autora del estudio, Alexandra Amaducci, experta en medicina de emergencia y toxicología médica con la Red de Salud de Lehigh Valley-USF Morsani College of Medicine en Bethlehem, Pa.

Este medicamento para el dolor apareció por primera vez en la década de 1950, pero nunca fueron aprobados para su uso médico. La sustancia reapareció junto con la pandemia en sus distintas formas: polvos, tabletas y líquidos de este opioide.

A partir de ahí, se registraron aproximadamente 200 muertes por sobredosis relacionadas con nitazeno, tanto en América del Norte como en Europa, aunque se cree que fueron muchos más debido a la falta de pruebas adecuadas. Cabe destacar que, una sobredosis de nitazeno es más grave y más difícil de tratar que cuando se trata de fentanilo.

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Cómo se llevó a cabo la investigación

Para saber sobre la el peligro que representan los nitazenos, el equipo de Amaducci revisó los datos médicos de un pequeño grupo de pacientes que fueron tratados en un departamento de emergencias por una sobredosis de nitazeno entre 2020 y 2022, un estudio aplicado en pacientes de 20 a 57 años.

El fentanilo causó dos terceras partes de las 110.000 muertes por sobredosis. Foto: Unsplash

Todos formaban parte de un grupo más grande de aproximadamente 2,300 pacientes con sobredosis, de los cuales 537 se sometieron a pruebas de laboratorio completas. Justo por debajo del 2% dieron positivo de nitazeno. Por otro lado, un grupo un poco más grande de 11 pacientes dio positivo por fentanilo.

Después se evaluó comparativamente la gravedad de la sobredosis, basándose en cuánta naloxona se necesitaba para tratar a cada paciente. La naloxona es un “antagonista de opioides” que puede revertir y bloquear rápidamente el impacto de los opioides, rescatando a un paciente cuya respiración se ha ralentizado o incluso detenido. Se administra mediante una inyección o por aerosol nasal.

En base a esto, Amaducci afirmó que las sobredosis de nitazeno “parecían ser peores que las de heroína y fentanilo”, ya que los pacientes requerían significativamente más dosis de naloxona para revertir su sobredosis. El equipo de estudio especuló que la aprobación de regulaciones diseñadas para reducir la producción ilícita de fentanilo puede haber llevado a los narcotraficantes a buscar nuevas drogas.

Crisis del fentanilo. Foto: Reuters.

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El grave peligro de los opioides

”Todos los opioides pueden causar paro respiratorio y cardíaco y ser fatales en dosis más altas”, dijo el Dr. Ramin Mojtabai, profesor de salud mental en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins en Baltimore. Y añadió: “Pero con los opioides más potentes, estos efectos adversos pueden ocurrir después de usar una cantidad muy pequeña de la droga”.

Fentanilo. Foto: Reuters.

''La mayoría de las personas que están expuestas a estos nuevos opioides sintéticos los toman inadvertidamente”, enfatizó. “Estas drogas se mezclan con heroína u otras drogas ilícitas que consumen. Como tal, el cuerpo puede no estar acostumbrado a estos opioides muy potentes. Y el riesgo de efectos adversos y muerte por sobredosis es mayor con estas drogas”.

“Necesitamos ver el problema como un tema de salud pública. Los enfoques de reducción del daño, como una distribución más amplia y educación pública sobre naloxona, pueden salvar vidas”, concluyó Mojtabai.