Conociendo a nuestras mascotas: ¿por qué a los gatos no les gusta el agua?

Los gatos y el agua no son grandes amigos. Foto: Unsplash.

Todas aquellas personas que tienen gatos como mascotas saben que el momento más tenso de compartir hogar con un felino es cuando intentan bañarlos. Incluso, en la angustia por intentar huir, pueden morder y arañar a quien tengan a mano. Pero, ¿por qué a los gatos no les gusta el agua?

El origen de esta fobia se suele relacionar con la procedencia de los gatos. La mayoría de las razas de estos felinos provienen de Medio Oriente, una región con clima desértico y donde difícilmente se encuentran grandes cantidades de agua. Con los diferentes movimientos geográficos de las razas, estos animales fueron encontrando otros parajes y climas en los que el agua es más frecuente, pero sus linajes desérticos hicieron que conserven cierta desconfianza ante ese líquido tan curioso y extraño para ellos.

Los gatos le escapan al baño. Foto: Freepik.

Por otra parte, los gatos son muy prudentes y desconfiados. Al encontrarse con algo que no conocen tienden a observarlo detenidamente e intentar analizarlo. El agua es algo que los sorprende muchísimo, por lo que su relación con ella no es la mejor.

Estos sentimientos encontrados de atracción y miedo, pueden resultar confusos, pero también muestran que el odio de los gatos hacia el agua no es eterno y que se puede intentar superar. 

Gatos. Fuente: Unsplash

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Las razas de gatos que no sufren el agua

Existen unas razas de gatos que disfrutan enormemente con el agua. Estos son 10 de las razas que más disfrutan con el agua:

1. Angora turco.
2. Gato de Bengala.
3. Pixie bob.
4. Maine coon.
5. Van turco.
6. Abisinio.
7. Gato del bosque de Noruega.
8. Savannah.
9. Bobtail japonés.
10. Manx.

En caso de que el gato no se encuentre entre algunas de estas razas, hay algunos consejos para acostumbrar a la mascota y cambiar su relación con el agua. En este sentido, es importante utilizar agua caliente en el proceso de adaptación, ya que a los gatos les encanta el calor y será más confortable para ellos, mojarlo con un trapo húmedo poco a poco para evitar que le genere rechazo, y probar jugar con el animal en una bañera con muy poca agua. Le llamará la atención y disfrutará jugando con ella, chapoteando y salpicando.