Las luces de la ciudad y sus efectos en los ojos de las aves: un descubrimiento evolutivo

El proceso de urbanización es una de las principales causas de los rápidos cambios ambientales a los que se enfrentan algunas especies. Las aves, en específico, se ven afectadas por la contaminación lumínica.

Por Canal26

Martes 10 de Octubre de 2023 - 11:22

El estudio realizó mediciones de ruido y luz durante el día y la noche en cada área. Foto: Unsplash. El estudio realizó mediciones de ruido y luz durante el día y la noche en cada área. Foto: Unsplash.

Un reciente estudio llevado a cabo en Texas, Estados Unidos, descubrió una sorprendente adaptación evolutiva en las aves urbanas, revelando cómo las brillantes luces de las ciudades pueden influir en el tamaño de sus ojos. Este hallazgo, que podría tener un impacto significativo para la conservación de estas especies, destaca las diferencias notables entre aves migratorias y residentes en entornos urbanos.

El desarrollo de las ciudades, las cuales están en constante expansión, transformó gran parte de la Tierra en un mosaico de luces artificiales y perturbaciones. Este proceso, conocido como urbanización, no solo crea hábitats nunca antes vistos, sino que también desencadena cambios ambientales de una manera rápida. 

Los científicos especializados en ecología evolutiva consideran que el estudio de cómo los organismos responden a la urbanización puede proporcionar valiosos modelos, ya que pueden surgir diferencias notables entre poblaciones que habitan en áreas urbanas y aquellas que persisten en entornos naturales.

Pájaros. Foto: Unsplash.Las aves residenciales pueden adaptarse, con el tiempo, a las áreas urbanas, pero las migratorias no lo hacen. Foto: Unsplash.

El estudio reciente, publicado en la revista Global Change Biology, se centró en dos especies comunes de aves cantoras que residen en zonas urbanas de Texas. Sorprendentemente, se descubrió que estas aves tenían ojos aproximadamente un 5% más pequeños en comparación con sus contrapartes que vivían en áreas menos iluminadas y más naturales.

Sin embargo, el estudio no reveló diferencias en el tamaño de los ojos entre dos especies de aves migratorias, independientemente de si se reproducían en el centro de la ciudad o en sus límites. 

Colibrí de patas azules. Foto: Unsplash.

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Los contaminantes sensoriales: la principal causa que afecta la adaptación de las aves en la ciudad

La bióloga Jennifer Phillips, profesora asistente de la Escuela de Medio Ambiente de la Universidad Estatal de Washington, comentó: “Este documento muestra que las aves residenciales pueden adaptarse con el tiempo a las áreas urbanas, pero las migratorias no lo están haciendo, probablemente debido al lugar donde pasan el invierno; es menos probable que tengan las mismas presiones de luz y ruido causadas por los humanos”.

Hasta ahora, se creía que la fragmentación del hábitat era la principal causa de la disminución en el número de aves silvestres en América del Norte desde 1970. Sin embargo, este nuevo estudio sugiere que los contaminantes sensoriales, como las luces nocturnas artificiales, también pueden desempeñar un papel importante en la capacidad de las aves para adaptarse a la vida en la ciudad.

Pájaros. Foto: UnsplashA los pájaros les resulta más difícil adaptarse a la vida de la ciudad durante la temporada de reproducción. Foto: Unsplash

Para llevar a cabo la investigación, Phillips y su equipo examinaron más de 500 aves en la ciudad de San Antonio, midiendo y comparando el tamaño del cuerpo y los ojos de cuatro especies de aves, además de analizar las mediciones de ruido y luz en diferentes áreas urbanas.

Los resultados mostraron que, en general, el tamaño corporal de las aves no variaba en función de si vivían en entornos urbanos o más naturales, con una excepción notable en el caso del "escribano pintado", una especie migratoria. El estudio reveló que los machos jóvenes y más pequeños de esta especie tenían dificultades para competir por parejas o territorio con sus contrapartes mayores y más coloridas, lo que los llevaba a quedarse en lugares más iluminados.

Esta investigación es la primera en examinar específicamente cómo la iluminación urbana, creada por el ser humano, afecta el tamaño de los ojos en aves urbanas, tanto migratorias como residentes. Según Todd Jones, ornitólogo y colaborador del estudio, "un tamaño de ojo más pequeño puede permitir a las aves urbanas lidiar con una luz más brillante y constante en los entornos urbanos en comparación con los bordes de las ciudades".

El impacto a largo plazo de esta adaptación en las aves aún no está claro, pero destaca la importancia de comprender cómo gestionar los entornos urbanos para proteger a las aves, que pueden no estar completamente adaptadas a este tipo de entornos.

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