"Zumbidos, mareos y disminución de la audición": por qué jamás tenés que usar hisopos para limpiar tus oídos

Los especialistas recomiendan alternativas seguras para mantener la salud auditiva sin correr riesgos innecesarios.

Por Canal26

Sábado 5 de Octubre de 2024 - 19:30

Los peligros de usar hisopos. Foto: Freepick Los peligros de usar hisopos. Foto: Freepick

Limpiarse los oídos con hisopos de algodón es una de las peores rutinas en tu cuidado personal. Médicos advierten que este hábito podría ser más peligroso de lo que parece.

La acumulación de cera es una defensa natural del cuerpo, y alterarla podría provocar daños serios en el canal auditivo. Por eso, los especialistas recomiendan alternativas seguras para mantener la salud auditiva sin correr riesgos innecesarios.

Los médicos alertan por un mejor cuidado de la limpieza en los oídos. Foto: Freepick Los médicos alertan por un mejor cuidado de la limpieza en los oídos. Foto: Freepick

Gimnasio. Foto Freepik

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Los peligros usar hisopos

Según Mónica Franco Cerezo, vocal de Óptica y Acústica del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Huesca, la cera auditiva "tiene funciones protectoras, incluyendo propiedades antifúngicas y antibacterianas, además de resguardar el oído del agua".

Por su parte el portal de Cuidate Plus, explica que algunas personas "producen un exceso de cerumen que no pueden eliminar por sí solas. Cuando este cerumen se endurece, puede provocar bloqueos".

La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) indica que "los tapones de cerumen suelen ser asintomáticos, pero pueden generar molestias como picor o dolor, sensación de taponamiento, zumbidos o incluso mareos y disminución de la audición".

Por último, el uso de hisopos y otros objetos punzantes puede provocar lesiones en el conducto auditivo y empujar el cerumen hacia el interior, dejando residuos de algodón que, al entrar en contacto con la humedad, aumentan el riesgo de infecciones.

Hisopos, un enemigo de los oídos. Foto: Unsplash Hisopos, un enemigo de los oídos. Foto: Unsplash

Esponja; cocina. Foto: Unsplash.

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Sencillos pasos para mantener tus oídos de forma óptima

  • Limpiá los oídos en la ducha. Los expertos aconsejan limpiarlos durante la ducha o el baño, ya que tenemos la piel húmeda y el más fácil retirar el cerumen. Deja que el agua penetre en los oídos durante dos minutos, manteniendo la cabeza ligeramente inclinada. Tras esos minutos, incorpórala a su posición normal, de manera que fluya el agua templada, la cual trae consigo la cerilla reblandecida. Después absorbe los restos de cera con algodón.
  • No usar bastoncillos. Lo único que conseguís es compactar e introducir, aún más, el cerumen hacia el fondo del oído externo. Este "empujoncito" y la falta de visión directa puede tener graves repercusiones como pérdidas de audición, heridas, infecciones o perforaciones.
  • Empleá difusores de agua marina que permiten el reblandecimiento del tapón de cerumen al mismo tiempo que la autoelimina.
  • Nunca introducir objetos punzantes. Este tipo de objetos puede introducir, aún más, el cerumen o producir heridas y perforaciones.
  • Limpia también por fuera. El pabellón auditivo externo se puede limpiar con un tejido húmedo en toda aquella superficie que nuestro dedo sea capaz de alcanzar.

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