La pregunta por la imagen que indigna al mundo: ¿quién mató a Valeria y su padre?

Óscar Martínez, era un migrante oriundo de El Salvador que encontró la muerte en el Río Bravo con su hija Valeria, de apenas 23 meses de edad, que había conseguido los papeles de ayuda humanitaria para quedarse en México.

Sin embargo, decidió que lo mejor era emprender camino hacia los Estados Unidos, algo que sin saberlo terminó costándole la vida a ambos. Una situación que afrontas miles y miles de inmigrantes. La foto de los cuerpos sin vida conmocionan al mundo entero, y es un símbolo inequívoco de la crisis migratoria en Centro y Norteamérica.

"Iban en la búsqueda del 'sueño americano', como tanta gente. Habían recibido papeles para permanecer en México, pero luego Óscar cambió de opinión", comentó Wendy Martínez, hermana del padre de Valeria.

Sin embargo, su cuñada, Tania Ávalos, le comunicó acerca de la tragedia acontecida en la zona de Tamaulipas que conecta con Brownsville, Texas: "Óscar ha muerto, se ha ahogado".

La rigidez extrema de las políticas migratorias de México, en muchos casos por presiones comerciales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, complica notablemente la situación de aquellos que pretender buscan alcanzar el "sueño americano".

"Mi hermano no era un tipo que se metía en problemas. Era una de esas personas que nunca buscaba entrar en problemas", dijo Wendy Martínez.

Como fuera, Óscar Martínez huyó de la miseria y la pobreza y los mara salvatrucha que afectan a la zona de San Martín, a 25 kilómetros de San Salvador, la capital del país, donde vivía.

El abrazo de Óscar y su hija Valeria es el lamentable emblema de los mueren buscando un futuro mejor en los Estados Unidos.

La tragedia llevó a que la viuda tenga "secuelas psicológicas fuertes". Tania Ávalos, esposa de Óscar Martínez, está en la Casa del Migrante de Matamoros, Tamaulipas. El responsable del lugar, el sacerdote Francisco Gallardo, confirmó el estado de la mujer y aseguró que la mujer "tiene secuelas psicológicas fuertes".

"Está psicológica y físicamente muy mal, pero también con la valentía suficiente para gestionar todo lo que ha pasado alrededor de la tragedia", dijo el religioso.

Gallardo manifestó que las lluvias y la desesperación juegan en contra de los migrantes que desean llegar a los Estados Unidos, a través del Río Bravo, ya que "muchos ni siquiera saben nadar".

Hasta el momento, no existe fecha para la repatriación de los cuerpos de los salvadoreños. El resto de la familia se encuentra a la espera de que eso suceda para poderles dar sepultura. De todos modos, entre tanto drama y un panorama nada alentador para quienes buscan mejores destinos para su vida, queda en el aire la inevitable pregunta que aún no ha encontrado respuesta: ¿quién mató a Valeria y su padre?