Oscar Lamberto: “Vivimos con mitos que nos hacen equivocar la óptica”

El presidente de la Auditoría General de la Nación, Oscar Lamberto, brindó una charla sobre “¿qué nos pasa a los argentinos?” y dio una mirada económica, política y cultural sobre la situación actual de nuestro país en un debate organizado por la Agrupación “Primero la Gente”.

El presidente de la AGN desde agosto de 2016, manifestó que “lo que nos pasa a los argentinos es la pregunta que nos hacemos todos y creo que la respuesta está en que vivimos con un montón de mitos que son los que nos hacen equivocar la óptica… nos creemos que somos el ombligo del mundo, decimos que tenemos la mejor selección de fútbol del mundo y no le ganamos a nadie, que tenemos la avenida más ancha, la montaña más alta, que somos un país rico y en realidad uno tendría que preguntarse, si realmente somos un país rico… un país rico es aquel que produce riquezas para que la gente pueda progresar”.

“Argentina era un país rico en 1905 cuando eran 6.000 familias que exportaban por el equivalente de 100.000 millones de dólares de hoy, y ahora exportamos casi lo mismo con 45 millones de habitantes, lo que significa que tenemos mucha riqueza pero no la producimos. Este país tiene muchísima esperanza en Vaca Muerta, un yacimiento petrolífero muy importante, pero para que funcione hay que invertir 20 mil millones de dólares, lo que sería dos veces hacer la red ferroviaria del país…, en síntesis, si no encontramos los mecanismos necesarios para movilizar la producción y siempre producimos lo mismo y tenemos más gente, no podemos ser un país rico, de hecho no lo somos porque el 30% de la población padece de necesidades extremas”, dijo.

Agregando posteriormente que “de esto se trata también esta charla, de cómo hicieron otros países para salir, por ejemplo Perú que tiene el 2% de inflación anual, Uruguay el 3%, siendo economías que están creciendo y viven en el mismo mundo que nosotros, con los mismos problemas. Evidentemente, el problema está que nosotros hace tiempo que no acertamos con políticas razonables que sin duda es responsabilidad de la dirigencia política, porque la gente cuando vota, confía en que los gobernantes van a hacer las cosas que tienen que hacer”.

“En el marco de la situación que vive hoy la Argentina es indispensable acuerdos políticos, consensos y entendimientos entre la dirigencia, de lo contrario es muy difícil salir. Los países que salieron de enormes guerras lo hicieron con acuerdos entre sus dirigencias…”, señaló el titular de la Auditoría General de la Nación.

Ante la consulta si estamos como el 2001, Lamberto aseguró: “En algunas cosas estamos parecidos pero en otras peor, porque veníamos en esa época de una crisis de economía en depresión, teníamos un sistema de moneda convertible, gran parte del aparato productivo parado y la devaluación permitió que se pusiera en marcha la economía, pero además al haber declarado la moratoria de la deuda, Argentina por cinco años no pagó intereses lo que permitió que la economía creciera, subieron los precios de los comodities. Hoy los precios de los comodities están más o menos estables, no van a aumentar demasiado, siendo complicado un nuevo default y en este sentido los argentinos estamos peor que en el 2001. Además en ese año había un acuerdo político básico entre toda la dirigencia ya que habíamos tocado fondo y era imprescindible estar juntos y no creo que hoy esté ocurriendo”.

Con respecto a las expectativas “creo que las mismas se construyen…, muchas veces cuando se está al borde del abismo se toman decisiones sensatas”.

Ante un gran marco de público en el Club Tracción y la presencia del pre candidato a senador provincial, Guillermo Chillemi y el pre candidato a vice gobernador, Danilo Capitani, entre muchos conceptos inherentes a economía y política, dijo: “Países que salieron de guerras enormes lo hicieron con acuerdos entre su dirigencia. Inglaterra luego de la segunda guerra mundial, devaluó su moneda un 40% y fue un escándalo. Nosotros devaluamos nuestra moneda un 100% en un año y nos parece normal. Esta es una de las cosas que produce que los argentinos estemos como estamos”.

“Quiero que a este gobierno le vaya bien, porque sabemos que las crisis las paga la gente, no los gobiernos, ellos se van y vienen otros, pero el que queda a pagar las facturas es el pueblo y estas son las preocupaciones que tenemos y no vemos que nuestra dirigencia sea consciente de dónde esta ubicada”, afirmó.

“No hay hechos providenciales, no hay salvadores, no es posible pensar que una persona nos pueda salvar, lo que es posible es que una persona pueda dar la fe para construir, lo que hace falta es unir jefes para unir a la gente, pero la construcción política y social es un entramado mucho más grande, donde la nación necesita articular acuerdos porque no podemos vivir eternamente como perros y gatos, buenos y malos, porque la humanidad lo pagó mal. Nadie tiene el patrimonio de la verdad… nadie tiene el absolutismo de las cosas que va hacer”.

“La democracia se hace con demócratas, con personas que creen en la democracia y esta se construye con gente que sabe tolerar, escuchar, que el otro puede tener razón y que nadie tiene el manual de la verdad. Argentina tiene que darse un baño de humildad, reconocer que hemos “metido la pata” muchos años, reconocer que se pueden hacer cosas sencillas y bien”.

“El estado tiene que cumplir roles muy definidos, funciones básicas, tiene que dar educación, salud, seguridad y justicia, y si logra hacerlo es el mejor de los estados”.

“Tiene que haber una dirigencia política que sea capaz de frenar la grieta, debemos poner todo el esfuerzo posible por no comprar esa porquería, no pasa por si uno es de Cristina o de Macri, podemos pensar distinto, pero hay cosas básicas para lo que nos tenemos que juntar. El odio no construye, sino que destruye, y si alguien toma decisiones con el odio jamás va a poder ser parte de una sociedad… y me quedó con una frase que dijo Laura (Lamberto)…, “lo que construye es el amor”, cerró.