Adherirse a estas recomendaciones sobre la cantidad y duración de los baños puede contribuir a preservar la salud de la piel y evitar potenciales complicaciones dermatológicas.
Por Canal26
Sábado 4 de Mayo de 2024 - 07:07
Mantener una adecuada higiene personal es una práctica imprescindible para prevenir infecciones y promover la salud dermatológica. Sin embargo, muchos se preguntan: ¿cuántas veces a la semana deberíamos bañarnos para lograr estos objetivos, según la ciencia?
Un reciente estudio liderado por el doctor Robert H. Shmerling, editor de Harvard Health Publishing, investigó sobre esta cuestión. Contrario a la creencia popular de que bañarse diariamente es lo más saludable, los resultados sugieren que el exceso de baños puede ser perjudicial para la piel al eliminar los aceites naturales necesarios para su salud.
El contacto con agua y jabón puede empeorar la sequedad de la piel, desencadenando irritación y picazón. Bañarse con demasiada frecuencia puede causar una mayor deshidratación cutánea, llegando incluso a generar grietas que favorecen la entrada de microorganismos, incrementando así el riesgo de infecciones en la piel.
Por estas razones, los expertos sugieren optar por duchas en lugar de baños, ya que exponer la piel a agua caliente, jabón y prolongadas inmersiones puede resultar irritante y contraproducente para la salud de la piel, un riesgo que se incrementa aún más si la práctica se sostiene con el tiempo.
Para quienes sufren de cabello o cuero cabelludo seco, es recomendable reducir el uso del shampoo a una o dos veces por semana. Además, algunas personas con cabello ondulado o con rulos también pueden beneficiarse de un uso menos frecuente.
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La frecuencia ideal, según este estudio, se sitúa entre 4 y 5 veces por semana. Este intervalo permite mantener una higiene corporal adecuada sin comprometer la salud dermatológica. Bañarse con menos frecuencia no afecta negativamente la salud, siempre y cuando se preste atención a la limpieza de áreas específicas del cuerpo durante el baño.
Además de la frecuencia, la duración del baño también es un factor importante a considerar. Se recomienda que una ducha adecuada tenga una duración de entre 3 y 5 minutos. Esta medida no solo contribuye a conservar los recursos naturales, como el agua, sino que también ayuda a evitar la resequedad de la piel, especialmente al utilizar agua tibia en lugar de agua caliente.
Durante el proceso de baño, es vital prestar atención especial a ciertas áreas como los pies, genitales, axilas y cabello para asegurar una limpieza completa y efectiva.
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