La regla “15-2-Half”, clave para evitar el envejecimiento prematuro: cómo aplicarla para lograr una longevidad saludable

Modificaciones mínimas en la rutina diaria impactan directamente en la reducción de enfermedades crónicas. En qué consiste el innovador hábito que es furor entre los adultos mayores.

Por Canal26

Jueves 20 de Marzo de 2025 - 17:45

Envejecimiento saludable. Foto: Freepik. Envejecimiento saludable. Foto: Freepik.

Los adultos mayores suelen recurrir a distintos procedimientos para lograr la tan ansiada longevidad, como baños de agua fría o la terapia de luz roja. Sin embargo, estudios recientes confirman que los factores más determinantes en la longevidad siguen siendo hábitos básicos de vida saludable, como el descanso adecuado, la actividad física y una alimentación equilibrada.

En este contexto, la investigación publicada en BMC Medicine propone la regla “15-2-Half” (15-2-y medio), que consiste en dormir 15 minutos más, realizar dos minutos adicionales de ejercicio y consumir media porción extra de vegetales. Aplicar estos hábitos reduce en un 10% el riesgo de muerte prematura.

Longevidad, ejercicio. Foto: Freepik. El ejercicio es fundamental para lograr la longevidad. Foto: Freepik.

Teniendo en cuenta que el 40% de las muertes prematuras (antes de los 75 años) están vinculadas a decisiones de estilo de vida -como una mala alimentación, la inactividad física y la privación de sueño-, es fundamental llevar a cabo este innovador método propuesto.

En esta línea, la investigación publicada en BMC Medicine revela que las personas que cumplen con los requisitos mínimos de salud —al menos 7 horas de sueño, 42 minutos de ejercicio moderado a vigoroso y una alimentación similar a la dieta mediterránea— reducen su riesgo de muerte prematura en un 60%.

Agua con chia. Foto Freepik

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Los beneficios del método 15-2-Half

La “regla 15-2-Half”, que demuestra que incluso ajustes mínimos en la rutina pueden generar un impacto significativo, explica que dormir más mejora la regulación hormonal, lo que reduciría el apetito y evitaría el aumento de peso. A su vez, el ejercicio contribuye a un mejor descanso, y una alimentación más saludable brinda mayor energía para moverse más.

El estudio también señala que la falta de sueño afecta la sensibilidad a la insulina, reduciéndola en un 30% en apenas cuatro días. Esto aumenta el riesgo de diabetes y también favorece la acumulación de grasa y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

Por eso, estos pequeños cambios se suman con el tiempo y generan beneficios progresivos. Según los expertos, integrar hábitos saludables de manera gradual es más efectivo y sostenible que intentar transformaciones drásticas.

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