Aunque es una realidad para muchas personas, la hipersensibilidad a estímulos no es una situación insuperable. Con las estrategias adecuadas, es posible lograr un descanso reparador, incluso en los entornos menos favorables.
Por Canal26
Martes 15 de Octubre de 2024 - 15:30
El descanso nocturno es indispensable para el bienestar general, pero no todos logran conciliar el sueño de manera rápida y sin interrupciones. Para algunas personas, la presencia de ruido o luz en su entorno se convierte en un obstáculo para poder recargar energía de forma adecuada.
Aunque muchas veces estos estímulos no representan una amenaza real, el cerebro los percibe de forma distinta, lo que puede complicar el proceso de quedarse dormido. Pero ¿por qué algunas personas son más sensibles a estos factores que otras?: la ciencia tiene la respuesta.
Aunque la sensibilidad al ruido y la luz es una realidad para muchas personas, se puede entrenar al cuerpo para mejorar la calidad del sueño.
La psicóloga del sueño y psicóloga de la Universidad de Miami, Sarah Silverman, explicó que, incluso antes de dormir profundamente, el cerebro se mantiene alerta, sobre todo durante las fases iniciales del sueño ligero. Esto permite que los estímulos aparentemente inofensivos, como un sonido o una luz inesperada, activen el sistema de alerta.
A su vez, Christina García, experta en trastornos del sueño, señaló que la sensibilidad al ruido y la luz puede tener sus orígenes en nuestros ancestros, ya que hace miles de años, era necesario que algunos miembros de las tribus se mantuvieran alerta para proteger a los demás de posibles peligros nocturnos.
Si bien en la actualidad ya no se enfrenta a estas amenazas, el cerebro humano continúa reaccionando a estímulos imprevistos, activando los mecanismos de alerta que antes eran vitales para la supervivencia. Además, factores como el estrés y la ansiedad pueden incrementar esta hipervigilancia.
Las personas con mayor ansiedad tienden a estar más alerta a su entorno, incluso mientras duermen.
Según la Clínica Cleveland, las personas con altos niveles de ansiedad son más propensas a estar alerta a su entorno, incluso durante el sueño. Esto significa que el más leve ruido o la luz más tenue pueden provocar un despertar súbito, interrumpiendo el ciclo natural del sueño.
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A pesar de la sensibilidad al ruido y la luz, existen diversas estrategias que pueden ayudar a mejorar la calidad del descanso. García sugirió que la clave está en no otorgar una reacción emocional negativa a estos estímulos.
"Tratar el ruido o la luz como algo sin importancia es fundamental para que el cerebro no los registre como una interrupción significativa", afirmó. Además, técnicas de relajación como la respiración profunda o la liberación de tensión corporal pueden ser de gran ayuda.
La sensibilidad al ruido y la luz al dormir no es un problema sin solución.
Silverman, por su parte, advirtió contra la idea de que es necesario un ambiente perfecto para dormir. "La creencia de que se necesita total oscuridad y silencio puede aumentar el estrés cuando estas condiciones no se cumplen", señaló.
Finalmente, el uso de dispositivos como máquinas de ruido blanco puede ser una solución eficaz para quienes son muy sensibles al ruido. Estos dispositivos generan un sonido constante que enmascara los ruidos impredecibles, ayudando al cerebro a ignorarlos y permitiendo un sueño más profundo.
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