Además de ser un recurso natural esencial en el medio ambiente, el agua permite que se lleven a cabo varias funciones vitales en los seres humanos. Sin embargo, su consumo excesivo puede poner en riesgo la salud.
Por Canal26
Jueves 17 de Agosto de 2023 - 17:29
Más del 70% del cuerpo humano está compuesto por agua, necesaria para diversas reacciones químicas del organismo. El cerebro se compone en un 70% de agua, la sangre en un 80% y los pulmones de un 90%, cifras que dan cuenta de la importancia de mantener una correcta hidratación.
Sin embargo, sus beneficios tienen un límite ya que, si se consume líquido de más, es posible que se produzca una “intoxicación por agua”. Esta se produce cuando la concentración de sodio en la sangre es anormalmente baja, lo que implica un gran riesgo para la salud.
“El sodio es un electrolito y ayuda a regular la cantidad de agua que hay dentro y alrededor de las células. En la hiponatremia, uno o más factores, desde una enfermedad oculta hasta beber demasiada agua, hacen que el sodio del cuerpo se diluya. Cuando esto sucede, los niveles de agua en el cuerpo aumentan y las células comienzan a hincharse. Esta hinchazón puede provocar muchos problemas de salud, desde problemas leves hasta problemas que ponen en riesgo la vida”, explicaron los expertos de Clínica Mayo.
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De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, “el sodio ayuda a que los nervios, los músculos y otros tejidos del cuerpo funcionen correctamente, y es importante para mantener la presión arterial”.
“Si alguien bebe demasiada agua muy rápido, diluye los electrolitos en la sangre y, en particular, el sodio. Eso conduce al movimiento del agua hacia las células del cerebro, y éste se hincha”, explicó Russ Kino, MD, médico de emergencia y director médico del Departamento de Emergencias de la Fundación Weingart.
Esta inflamación puede provocar en la persona síntomas como náuseas y vómitos, dolor de cabeza, desorientación, pérdida de energía, somnolencia y cansancio, agitación e irritabilidad, debilidad, espasmos o calambres musculares.
“En casos graves, la toxicidad del agua puede provocar convulsiones, coma e incluso la muerte”, indicó Edward W. Boyer, MD, Ph.D., médico de urgencias especializado en toxicología.
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Según la "regla de oro", lo ideal es beber dos litros de agua al día, lo que equivale a ocho vasos. Esta noción es cuestionada por varios científicos ya que esta indicación deja de lado las características propias de cada persona. De hecho, una investigación reciente sobre las necesidades humanas de agua mostró cómo la renovación de este líquido utilizado por el cuerpo a diario difiere y está determinada por una variedad de factores.
Los científicos de los Institutos Nacionales de Innovación Biomédica, Salud y Nutrición de Japón, junto a especialistas de los Estados Unidos, Gran Bretaña y los Países Bajos analizaron la rotación del agua en el organismo humano y revelaron que cada individuo presenta una amplia gama de ingesta.
En esta misma línea, el doctor Boyer comentó que hay determinados factores como el tamaño del cuerpo, si la persona tiende a sudar mucho, el nivel de actividad que hace y los niveles de humedad que pueden hacer que las necesidades de hidratación se modifiquen. “El cuerpo es bastante bueno para decir cuándo necesita más agua”, lanzó.
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Muchos vegetales tienen un alto contenido de líquido, motivo por el cual, sirven para hidratar al cuerpo, brindándole el líquido que necesita. Los especialistas recomiendan aumentar las porciones de sandía, kiwi, manzanas, frutillas, pepinos y muchos ingredientes que suelen utilizarse para las ensaladas, como zanahoria, repollo, lechuga y otras verduras de hoja verde, o tomates y morrones.
Tomar un vaso de agua natural o saborizada antes de cada comida, es un hábito que hay que incorporar. Proponerse beber al menos medio vaso al terminar una reunión o después de terminar una tarea, tanto en el ámbito laboral, social o personal generaría un cambio favorable en el organismo. Además, se recomienda ingerir un vaso entero con la comida.
En el trascurso del día y en medio de las responsabilidades, muchas personas se olvidan de comer o beber. Una recomendación es llevar una botella de agua durante el día, dejándolo a la vista para que, de esta manera, tomemos más seguido. Cabe destacar que, si la botella tiene un diseño atractivo, puede aumentar la motivación por beber.
Menta, jengibre, limón o rodajas de melón pueden endulzar o saborizar el agua natural. Este truco es ideal para quienes les cuesta trabajo tomar agua sola.
Existen apps diseñadas especialmente para alertar o detectar cuándo es momento de servirse un vaso de agua. Además, permiten tener un control exacto sobre la cantidad de líquido que se ingiere por día.
Para los amantes de las infusiones, el té es una buena alternativa para obligarse a beber agua. Los tés de frutas se pueden preparar también con agua fría. Lo recomendable es priorizar el uso de infusiones caseras, ya que los productos envasados contienen conservantes y endulzantes dañinos para la salud.
Por último, una buena manera de ingerir líquido es combinando frutas frescas (como frutillas, duraznos, melón o mago) con huelo y agua.
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