Uno de los principales motivos por los que se elige el agua embotellada es la percepción de que es más saludable. Sin embargo, la realidad es muy diferente a lo que se creía.
Por Canal26
Sábado 22 de Febrero de 2025 - 15:30
El agua de botella está minada de microplásticos. Foto Unsplash
Una de las principales razones por las que las personas prefieren el agua embotellada es su mejor sabor y olor, además de otros factores relacionados con la salud, según revela un estudio de la Universitat Autónoma de Barcelona. Sin embargo, el agua embotellada no solo es mucho más costosa que el agua del grifo, sino que ahora sabemos que también tiene micro y nanoplásticos en cantidades mucho mayores a las estimadas.
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Unos investigadores de la Universidad de Columbia analizaron tres populares marcas de agua embotellada en los Estados Unidos en busca de micro y nanoplásticos. Para ello, usaron una nueva técnica llamada microscopía de dispersión estimulada Raman basada en sondear las muestras con dos láseres simultáneos sintonizados para hacer resonar moléculas específicas.
El agua de botella no es tan sana como parece. Foto Unsplash
Analizando siete plásticos comunes, los investigadores desarrollaron un algoritmo para interpretar los resultados. De acuerdo a Wei Min, co-inventor de la técnica y co-autor del estudio, “una cosa es detectar y otra saber qué estás detectando”.
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El descubrió que un litro de agua embotellada contiene 240.000 fragmentos de plástico detectable, entre diez y 100 veces más que las estimaciones previas. Concretamente, los investigadores afirman que encontraron entre 110.000 y 370.000 fragmentos de plástico en cada litro, de los cuales el 90% eran nanoplásticos. En ese sentido, es importante recordar la diferencia entre micro y nanoplásticos:
El agua embotellada está llena de microplásticos. Foto Unsplash
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Uno de los plásticos más comunes era el polipropileno tereftalato, más conocido como PET, que es el material del que están hechas muchas botellas. “Probablemente, se introduce en el agua al desprenderse trocitos cuando se aprieta la botella o se expone al calor”, afirman los investigadores, que citan otro estudio que sugiere que también pueden desprenderse al abrir y cerrar repetidamente el tapón.
Si bien la presencia de PET es común, este plástico es superado por la poliamida, un tipo de nailon que “probablemente procede de los filtros de plástico utilizados para supuestamente purificar el agua antes de embotellarla”, afirma Beizhan Yan, investigador del estudio. Otros plásticos comunes que encontraron los investigadores fueron el poliestireno, cloruro de polivinilo y polimetacrilato de metilo.
Microplásticos. Foto: Freepik.
Por otro lado, un estudio del CSIC y el Instituto de Salud Global de Barcelona, estima una ingesta de 262 microgramos de partículas plásticas al año si tomamos como referencia que bebemos dos litros de agua al día. En cuanto a los aditivos, se detectaron 28 aditivos plásticos, mayormente estabilizantes y plastificantes.
En ese sentido, según las investigadoras, "nuestro estudio de toxicidad mostró que tres tipos de plastificantes presentaban un mayor riesgo para la salud humana y, por tanto, deberían ser considerados en los análisis de riesgos para los consumidores”.
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