Compartir objetos de uso personal puede parecer inofensivo. Sin embargo, esta acción puede desencadenar infecciones y problemas de salud.
Por Canal26
Jueves 15 de Agosto de 2024 - 16:45
Hay ciertos objetos cotidianos que, por lo general, solemos compartir con familiares o amigos, sin tener en cuenta que pueden ser transmisores de bacterias, virus u otros agentes nocivos que pueden afectar a la salud.
Artículos como la ropa interior, los cepillos de dientes, los auriculares y zapatos suelen estar en contacto directo con partes sensibles del cuerpo, convirtiéndose en vehículos para la transmisión de bacterias.
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Es fundamental no compartir ropa interior para prevenir infecciones como la candidiasis y otros problemas bacterianos. Las secreciones corporales que se acumulan en estas prendas crean un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias, hongos y otros patógenos.
Los cepillos de dientes son herramientas de higiene personal que deben ser de uso exclusivo, ya que entran en contacto directo con la saliva y las encías. Compartirlos puede facilitar la transmisión de enfermedades.
Compartirlos no solo incrementa el riesgo de infecciones bucales, como la gingivitis o periodontitis, sino también de enfermedades sistémicas más graves, como la hepatitis B o el herpes labial. Además, compartir un cepillo de dientes puede facilitar la propagación de caries, ya que las bacterias responsables de su desarrollo pueden transferirse de una persona a otra.
Aunque es una práctica común hoy en día, compartir maquillaje puede provocar infecciones cutáneas como el acné o dermatitis. Los productos más peligrosos son aquellos que se aplican cerca de los ojos y la boca.
Los auriculares, al estar en contacto directo con el canal auditivo, pueden convertirse en transmisores de bacterias y hongos. Compartir estos dispositivos puede aumentar el riesgo de infecciones como la otitis externa.
El intercambio frecuente de auriculares también puede contribuir a la acumulación de cerumen, lo que no solo afecta la calidad de la audición, sino que también puede obstruir el canal auditivo y provocar molestias.
Las toallas pueden ser transmisoras de bacterias y hongos, los cuales prosperan especialmente en ambientes húmedos. Compartirlas puede provocar infecciones cutáneas como la tiña o foliculitis. Además, puede agravar condiciones existentes como el acné.
Al igual que los cepillos de dientes, las cuchillas de afeitar son herramientas personales que pueden causar microcortes en la piel, aumentando el riesgo de transmisión de enfermedades. Compartir cuchillas puede llevar a la propagación de infecciones virales como la hepatitis B o C, así como infecciones bacterianas por estafilococos.
Cuando compartimos botellas de agua, indirectamente compartimos saliva. Este hábito puede propiciar la propagación de enfermedades comunes como el resfriado, la gripe, o infecciones más graves como la mononucleosis o el herpes labial.
Los zapatos pueden ser un medio para la transmisión de infecciones fúngicas, como el pie de atleta, debido al ambiente cálido y húmedo que se genera en su interior. Además, su uso compartido puede provocar ampollas, irritaciones y otras lesiones cutáneas si el calzado no se ajusta adecuadamente a la forma del pie de cada persona.
Los aros suelen estar en contacto con áreas sensibles de la piel. Compartir estos accesorios puede causar inflamación, reacciones alérgicas y en casos graves, infecciones más serias.
Al estar en contacto con las uñas, las limas pueden provocar infecciones como la onicomicosis (hongos en las uñas) o la paroniquia (infección de la piel alrededor de las uñas).
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