Dieta mediterránea: ¿cómo influye en nuestra salud cerebral?

Dieta mediterránea. Unsplash

Un aspecto esencial a tener en cuenta a la hora de cuidar nuestra salud es la alimentación. Con el pasar del tiempo, hay cada vez más evidencia acerca de cómo la alimentación impacta directamente sobre nuestra salud. Según lo determinaron estudios, una alimentación de tipo mediterránea mejora la salud cardiovascular y previene enfermedades no transmisibles como el cáncer y la diabetes. 

Además, un estudio reciente develó que esta dieta, a largo plazo, muestra un efecto positivo en la salud del cerebro, contrarrestando el deterioro cognitivo. De acuerdo con una investigación de la Universidad Ben-Gurion del Negev: “la pérdida de peso exitosa después de una intervención en el estilo de vida podría tener un efecto beneficioso en la trayectoria del envejecimiento cerebral”.

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¿En qué consiste la dieta mediterránea?

 La dieta debe su nombre al patrón de alimentación basado en los hábitos italianos, griegos y otros habitantes de la región. Este tipo de dieta favorece el consumo de grasas saludables, como las del aceite de oliva y los frutos secos, limitando el consumo de productos animales. 

La dieta mediterránea se caracteriza por un alto consumo de vegetales, frutas, legumbres y cereales, pero tiene al aceite de oliva como prácticamente la única fuente de grasas monoinsaturadas. Incluye un consumo moderado de pescado, poca carne y aves, y casi nada de lácteos. El vino es incorporado en cantidades muy moderadas y solo con las comidas. 

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El aumento de peso y el envejecimiento cerebral

 Frente a tasas globales de obesidad en creciente aumento, el estudio podría tener un gran impacto en la sociedad, mejorando la calidad de vida de muchas personas que sufren de obesidad y previniendo el desarrollo de enfermedades cognitivas. 

“Las intervenciones en el estilo de vida que promueven la pérdida de peso pueden tener un impacto beneficioso en la trayectoria de envejecimiento del cerebro que se observa con la obesidad”, indicaron los autores del estudio.

Dieta mediterránea y salud cerebral. Foto: Unsplash  

Según observaron los investigadores, “la obesidad está relacionada con un envejecimiento del cerebro más rápido de lo que normalmente se esperaría”. Estas observaciones fueron posibles a partir del cálculo de la “edad cerebral” de las personas mediante escaneos cerebrales, los cuales dieron cuenta de que ésta es independiente de la edad cronológica de la persona.

“Este enfoque también ayuda a comprobar cómo ciertos factores, como el estilo de vida, pueden influir en el envejecimiento del cerebro en escalas de tiempo relativamente cortas”, destacaron.

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Datos sobre la investigación

 Para realizar el estudio, los investigadores estudiaron a 102 personas que cumplían con los criterios clínicos de obesidad, las cuales fueron sometidas a un escáner. Además, se le realizaron más pruebas y mediciones en distintos momentos para captar otros procesos biológicos afectados por la obesidad. 

Utilizaron los escáneres cerebrales tomados al principio y al final del estudio para examinar el impacto de la intervención en el estilo de vida en la trayectoria del envejecimiento.

Los resultados fueron esperanzadores, ya que revelaron que una reducción en el peso corporal del 1% llevó a que la edad cerebral de los participantes fuera casi nueve veces más joven que la edad cerebral esperada después de 18 meses.

obesidad. Foto: Unsplash  

“Nuestro estudio destaca la importancia de un estilo de vida saludable, incluido un menor consumo de alimentos procesados, dulces y bebidas, para mantener la salud del cerebro”, afirmó Levakov frente a los resultados obtenidos.

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La dieta mediterránea y la demencia

 Otros estudios ya habían dado a conocer que las personas que seguían la dieta mediterránea tenían un 23% menos de riesgo de sufrir demencia. Esto también abarca a los pacientes con la enfermedad de Alzheimer, que representan el 75% de los enfermos por demencia. 

Los resultados dan una gota de esperanza frente al panorama que se vive en la actualidad, donde aproximadamente 55 millones de personas en el mundo padecen de alguna forma de demencia, la cual se encuentra en constante aumento.

“El principal mensaje para llevar a casa de este estudio es que, incluso para las personas con un mayor riesgo genético, consumir una dieta más mediterránea podría reducir la probabilidad de desarrollar demencia”, concluyó Shannon.