Terror en la Antártida: el escenario de alto riesgo que genera complicaciones en el último rincón del mundo

La base antártica que alberga a los investigadores conflictuados. Foto: X @MarioNawfal

El entorno hostil de la Antártida, con temperaturas extremas, tormentas de hielo y meses de oscuridad total, hace que cualquier conflicto interpersonal se amplifique de manera peligrosa, ya que las víctimas no pueden alejarse de sus agresores ni buscar ayuda inmediata.

Luego de que en 2018 se dio una historia violenta real en una estación rusa, un episodio similar tuvo lugar en la Antártida. Tan solo un mes después de que un equipo de nueve investigadores destacados partiera de Sudáfrica para una misión de 13 meses de duración, al gobierno sudafricano le llegó un reporte que contenía una acusación grave en la base antártica Sanae IV. 

Los investigadores sudafricanos, atravesados por un gran conflicto. Foto: X @MarioNawfal

Una de las víctimas habría enviado un correo electrónico al gobierno describiendo el ataque, la conducta preocupante del agresor y amenazas directas contra su vida. No obstante, el gobierno no confirmó de manera independiente el contenido del mensaje ni dio detalles sobre la identidad del acusado o la víctima.

Por el contrario, tomó la decisión de no evacuar a ningún miembro tras investigar las denuncias de agresión física y acoso sexual ocurridas en la estación.

Sanae IV en la Antártida. Foto: X @AntartidaMaps

La base Sanae IV es una de las muchas instalaciones científicas en la Antártida donde los investigadores deben convivir durante meses en aislamiento extremo, sin posibilidad de abandonar el lugar debido a las severas condiciones climáticas.

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Dion George, ministro de Medio Ambiente, afirmó al New York Times que la situación está en estos momentos "bajo control", que el presunto agresor mostró arrepentimiento y que se activó un protocolo de mediación con el apoyo de psicólogos.

Sin embargo, el verdadero problema se encuentra en la distancia extrema (más de 4.300 kilómetros hasta Ciudad del Cabo), y las condiciones del entorno, las cuales complicaron la investigación, dejando muchos interrogantes sobre la seguridad y bienestar del equipo.

En invierno, las tormentas de hielo hacen imposible cualquier evacuación sin un alto riesgo para toda la tripulación. Además, cada miembro del equipo desempeña un rol esencial para mantener la estación operativa, y la falta de personal podría dejar inutilizable la base, una infraestructura crucial para la investigación científica de Sudáfrica en la región.