Ante estos riesgos, los expertos recomiendan tomar medidas para reducir la exposición a estos compuestos.
Por Canal26
Viernes 18 de Abril de 2025 - 16:30
Comer en envases de plásticos puede aumentar el riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca. Foto Freepik
Un estudio reciente sugiere que el uso frecuente de envases plásticos para transportar o consumir alimentos podría aumentar el riesgo de insuficiencia cardíaca congestiva. La investigación, publicada en Ecotoxicology and Environmental Safety, indica que el contacto de alimentos calientes con estos recipientes libera sustancias químicas dañinas. Al ser ingeridas, estas sustancias pueden alterar el bioma intestinal y generar inflamación, afectando el sistema cardiovascular.
Este hallazgo refuerza la creciente preocupación sobre los efectos adversos del plástico en la salud humana. Según The Guardian, los investigadores llevaron a cabo el análisis en dos fases. En la primera, estudiaron los hábitos alimenticios de más de 3.000 personas en China, evaluando la relación entre el consumo de alimentos en recipientes plásticos y enfermedades cardíacas.
En la segunda fase, se realizaron experimentos con ratas, administrándoles agua contaminada con sustancias químicas extraídas de envases plásticos. Los resultados mostraron que la exposición prolongada a estos compuestos alteró la microbiota intestinal de los animales. Además, se observaron daños en el tejido muscular del corazón, lo que sugiere un posible impacto negativo en la salud cardiovascular humana.
Un estudio reveló que los envases de plástico pueden contener hasta 20.000 sustancias químicas. Foto Freepik
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El estudio reveló que los envases de plástico pueden contener hasta 20.000 sustancias químicas, entre ellas el BPA (bisfenol A), los ftalatos y los compuestos perfluoroalquilados (PFA). Estas sustancias son ampliamente conocidas por sus efectos perjudiciales para la salud, ya que se relacionan con el cáncer, problemas reproductivos y enfermedades cardiovasculares.
Si bien los investigadores no pudieron identificar exactamente cuáles de estos compuestos fueron responsables del daño observado, destacaron la conexión bien documentada entre los químicos plásticos y las enfermedades cardíacas.
Para simular las condiciones habituales de uso de los envases, los científicos vertieron agua hirviendo en recipientes de comida para llevar y la dejaron reposar durante distintos períodos: uno, cinco y quince minutos.
Estudios previos citados en la investigación ya habían demostrado que el calor acelera la liberación de partículas microplásticas, alcanzando en algunos casos hasta 4,2 millones de partículas por centímetro cuadrado.
Comer en envases de plásticos puede aumentar el riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca. Foto Unsplash
Este proceso, conocido como lixiviación, facilita que los compuestos químicos se mezclen con los alimentos o bebidas, lo que representa un riesgo adicional para la salud.
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Uno de los hallazgos más relevantes del estudio fue el impacto de los químicos plásticos en el bioma intestinal. Después de varios meses de exposición al agua contaminada, las ratas mostraron cambios significativos en la composición de su microbiota. Además, los análisis revelaron variaciones en los metabolitos presentes en sus heces.
Según los investigadores, estas alteraciones están directamente relacionadas con procesos inflamatorios y estrés oxidativo. Ambos factores juegan un papel clave en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Esto refuerza la preocupación sobre los posibles efectos nocivos del plástico en la salud humana.
El análisis del tejido cardíaco de las ratas expuestas al agua contaminada mostró daños estructurales en el músculo del corazón. Sin embargo, no se encontraron diferencias significativas en el nivel de daño según el tiempo de exposición. Esto sugiere que incluso un contacto breve con estos compuestos podría ser perjudicial.
Un estudio reveló que los envases de plástico pueden contener hasta 20.000 sustancias químicas. Foto Freepik
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Aunque el estudio no incluyó recomendaciones específicas para los consumidores, expertos en salud pública emitieron recomendaciones para reducir la exposición a los químicos plásticos.
Entre las principales sugerencias se encuentra evitar calentar alimentos en recipientes de plástico y no verter líquidos o comidas calientes en estos envases. En su lugar, se recomienda optar por materiales más seguros, como vidrio, acero inoxidable o madera, para almacenar y consumir alimentos.
En el caso de la comida para llevar, donde el uso de envases plásticos es más difícil de evitar, se aconseja transferir los alimentos a recipientes de vidrio al llegar a casa.
Si es posible, también se sugiere llevar un envase reutilizable al momento de realizar el pedido. Estas prácticas no solo ayudan a minimizar la exposición a sustancias químicas dañinas, sino que también contribuyen a reducir el impacto ambiental del plástico.
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