Un video publicado por el Archivo General de la Nación nos muestra cómo nuestros antepasados buscaban huir de la ola de calor en balnearios del que hoy solo quedan ruinas. Crónicas de una capital argentina que fue.
La Ciudad de Buenos Aires es un verdadero horno con térmicas que pasan los 35° y con asfalto que, pareciera, cada vez quema más. Urge encontrar métodos para combatir un clima que no da tregua: aire acondicionado, bebidas frías, ropa liviana y alimentos frescos. Pero hace más de 70 años, los porteños se las ingeniaban de otra forma.
El Archivo General de la Nación compartió un video que muestra a una lejana Buenos Aires y a sus habitantes refrescándose hace exactamente 73 años, época habían espacios verdes y piletas públicas. Adentrarte a este viaje al pasado y echá un vistazo a esta capital lejana.
Te puede interesar:
El día que los colonos galeses decidieron ser argentinos y cambiar por siempre los límites de la Patagonia
Para entender a Buenos Aires en 1952 hay que saber que la costa del Río de la Plata era accesible con la presencia de complejos deportivos y dependencias estatales. Esos eran los lugares elegidos por personas para refrescarse y disfrutar del aire.
El video en cuestión muestra a niños desesperados por hacer contacto con el agua mientras una voz en off dice: “Buenos Aires soporta una ola de fuego. El llamado del agua encuentra eco propicio en los niños y también en los mayores, ante el inusitado ascenso de la columna mercurial. En Núñez, en el balneario municipal y en todos los lugares que ofrezcan garantías para combatir el calor. Allí se dan cita multitudes confiadas a la frescura de las aguas del río”. “No es necesario viajar mucho para combatir la ola de fuego. Aquí nomás, a pocos minutos, tenemos aire fresco, hermosos balnearios y bañistas más hermosas del mundo”, agrega el relato.
Hace muchos años, en lo que hoy es la Costanera Sur, se planeó un sector con playas destinadas a la temporada de verano. Los vecinos acudían a costa del río para disfrutar de la sombra de la arboleda. Había una escalinata, rampas y balcones que daban a lo que actualmente es la Reserva Ecológica.
En 1923, bajo la Intendencia de Carlos Noel, se reglamentó que el traje de baño debía ser completo y estar en buen estado. Los bañistas no podían ingresar a los baños en calzoncillos y tenían que proveerse de sus propias toallas. Para que cada uno tuviese tiempo para recrearse, nadie podía pasar más de 30 minutos en el agua de los balnearios.
Años después, en 1970, la “Bristol porteña” estaba abandonada producto del auge de piletas privadas y otros atractivos. Más tarde el lugar dio paso a lo que hoy es la Reserva Ecológica.
Mucho tiempo después, para 2008, se habilitó en Núñez en el Parque de los Niños e Indoamericano, una serie de juegos de agua y playas artificiales con arena para que los más chicos pudieran tener un respiro de la "ola de fuego" que aún sigue entre nosotros.
Te puede interesar:
La escritora que se quitó la vida por "no poder soportar la prisión" de envejecer
El 29 de enero de 1957 fue martes, un día que pasaría a la historia por registrar la temperatura máxima absoluta en la Ciudad con 43,3°. Videos, fotos y crónicas daban cuenta de una jornada sofocante que había iniciado días atrás con una ola de calor casi imposible de sobrellevar. "Intensa ola de calor en todo el país", "¡Récord del siglo! 43,3°", "Los porteños seguimos bufando: día tropical ha soportado hoy la ciudad"; se puede leer en las tapas de los diarios de aquella época.
El “infierno” había comenzado dos días antes, el domingo y el lunes se registraron cifras de 39,5° y 39,3°. Si bien después de ese martes las temperaturas bajaron, se debieron lamentar víctimas fatales como relató La Nación: "Casos fatales de insolación". La prensa confirmó que once personas perdieron la vida.
"Buenos Aires. Récord absoluto de temperatura. El termómetro enloquecido, alcanza alturas de vértigo: 43 grados, 3 décimas. Se asa estoicamente, y anota una cifra sin parangón en 100 años. Abrumada la gente, trata de refrescarse, con éxito muy relativo", se puede escuchar al locutor de un video difundido por la cuenta oficial del Archivo General de la Nación.
1
El día que los colonos galeses decidieron ser argentinos y cambiar por siempre los límites de la Patagonia
2
La escritora que se quitó la vida por "no poder soportar la prisión" de envejecer
3
"Llega la ola de fuego a Buenos Aires": así combatían los porteños el calor extremo hace 70 años
4
El vicepresidente argentino que terminó como vendedor ambulante
5
La épica más importante de Sudamérica: cómo San Martín logró cruzar los Andes con 5 mil hombres y una salud rota